Loading...
Invitado


Sábado 11 de diciembre de 2010

Portada Principal
Revista Tu Espacio

El psicólogo responde

11 dic 2010

Fuente: LA PATRIA

Por: Carolina Mena - Psicóloga – exclusivo para Tu espacio

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Tengo tres hijos entre 10 y 15 años y un esposo que no ayuda mucho con las tareas de los chicos. Uno de ellos es buen deportista y no es bueno para los estudios. El otro es bueno para los estudios y no hace deporte ni empujándole. El tercero ni estudia ni hace deporte pero parece ser más inteligente, cuando estudia (a la fuerza, claro) responde con naturalidad y demuestra que ha aprendido sin mucho esfuerzo.

¿Cómo se puede lograr que los tres tengan las mismas aptitudes? ¿Por qué cuesta tanto hacer que rindan en el colegio? ¿Puedo esperar que hagan una carrera universitaria?

Querida amiga:

Hoy en día la mujer cumple más de un rol en sus actividades cotidianas, por lo tanto si tu esposo no forma parte de la educación de tus hijos es posible que no estén repartiéndose correctamente esos roles. Como pareja traten de dividirse los quehaceres de la casa, por ejemplo mientras tú te encargas de la cocina, él puede lidiar con la basura, o mientras tú estés preparando a los chicos para ir al colegio, él puede preparar el desayuno.

Lo importante es que compartan y así los dos serán partícipes activos no solo de la educación de los chicos sino en la parte económica, el trabajo, las responsabilidades e incluso en su relación amorosa y más aún en la intimidad.

Con respecto a los chicos, cada hijo llega con una personalidad diferente ya que desde que la madre se prepara para recibir a cada uno, lo hace en diferentes circunstancias e influye desde la formación en el vientre para que cada quien tenga sus propias aptitudes, actitudes, cualidades, defectos, etc. El resto se va adquiriendo a medida que uno va creciendo y desarrollándose después del nacimiento.

No trates de cambiar a tus hijos, ni moldearlos a la forma que tú quieres o esperas, o esperabas. Resalta sus potencialidades y refuérzalas con actividades que les resulten más creativas. Por ejemplo a tu hijo que le gustan más los deportes y no así los estudios, le irá bien en la universidad no sólo por ser buen deportista sino por la posibilidad de obtener una beca que le pueda abrir puertas.

Al hijo que le gusta estudiar y no así los deportes, puede que resulte un gran profesional, y que llegue a ocupar un puesto reconocido en la sociedad.

Y por último el hijo que es inteligente y no es bueno ni para los deportes ni en los estudios, es posible que ahora no encuentre el sentido, pero a medida que vaya madurando y creciendo puede que cambien sus preferencias.

Si en un tiempo más crees que tus hijos necesitan algún tipo de orientación acude a un profesional.

Consultorio: Sucre N° 886 esquina Washington

Telf. Of.: 52-51326

Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos: