Viernes 10 de diciembre de 2010
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Avisos Económicos
El matrimonio no tiene porqué ser una condena
10 dic 2010
Por: Maximiliano Corradi
Una buena familia íntegra no es ninguna condena a cadena perpetua. El tipo de vida familiar normal en nuestra sociedad, no es la familia a la que me refiero yo, dice Gabriele la profeta para el tiempo actual. Los lazos familiares han de ser de unión, porque los padres mantienen la fidelidad, pues donde la unión es la fidelidad, hay libertad. Si cada uno tiene su libertad porque cada uno está seguro del otro, se pueden llevar a cabo conversaciones abiertas que unen, de las que surge ayuda mutua. Entonces no se esperará y exigirá siempre algo, tampoco una sexualidad exagerada para relajarse y satisfacerse con el otro. Los niños que nacen de un matrimonio así, serán educados tal como son los padres.
Ser libre no significa dejar al otro libre para que tenga otras relaciones de pareja o el permitirse uno mismo “escapadas” o cosas parecidas. Libertad significa respeto por el otro y por uno mismo.
Depende bastante del por qué se forma un matrimonio, si por verdadera fidelidad o por el llamado “amor”, que encuentra su expresión en la sexualidad. Si dos personas forman un matrimonio en base a la fidelidad, comprensión y libertad, lo de “para toda la vida” no será una prisión, sino el estar el uno por el otro, también por los demás, por una sociedad ética y moral y por un gran círculo de amigos o incluso por una gran unión en la que varias familias actúan por la comunidad y por la sociedad.