Jueves 02 de diciembre de 2010
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Este año con mayor incidencia que los anteriores el altiplano boliviano está sufriendo una alarmante sequía, producto de los “cambios climáticos” que se presentan y producen las variantes en el clima con escasez de lluvias y daño directo a los cultivos y la vida de animales en variada escala.
Temperaturas especiales han secado hasta los pequeños reservorios de agua en las comunidades, el ganado camélido particularmente disminuye con miles de bajas, las “wigiñas” quedaron secas y es dramática la situación de los comunarios que no pueden solucionar el problema y se convierten en mudos testigos de la muerte paulatina de llamas, ovejas y en otras zonas inclusive el ganado vacuno.
La falta de lluvias se hace sentir con fuerza en las áridas extensiones del suelo altiplánico, donde también quedaron anuladas las cosechas de hortalizas y granos, ni qué decir de la quinua y la papa, todo se habría perdido irremediablemente.
Pero no se trata sólo de sequía, cambio climático y la búsqueda de soluciones de emergencia para paliar la difícil situación, se trata de salvar la vida en sí empezando por los comunarios cuyos familiares, especialmente los niños y jóvenes, deben hacer largas caminatas para lograr mínima cantidad de agua potable, mientras que las plantaciones quedan inertes y su fin es trágico. El ganado extrema su propio esfuerzo pero la sequía es más fuerte que esa voluntad y el resultado son miles de ejemplares que no soportaron vivir sin agua.
Fuente: LA PATRIA