Lunes 29 de noviembre de 2010
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Dos centros hospitalarios de la ciudad de Oruro ponen en serio riesgo la salud de más de una veintena de pacientes que son dependientes directos de un servicio especializado de hemodiálisis, que se habilita generalmente de forma interdiaria a la mayoría de afectados con males renales y en algunos casos de emergencia, el tratamiento debe ser diario.
No han pasado muchos días de haberse conocido un pedido de pacientes del Hospital Obrero que insisten en una minuciosa investigación en torno a la muerte de cuatro personas que justamente recibían esa atención en el Centro Médico local dependiente de la Caja Nacional de Salud.
La denuncia de pacientes que están en tratamiento señala además que fuera de los problemas existentes en los equipos clínicos, propiamente obsoletos, existen fallas en el trabajo profesional de los responsables de esa unidad médica al punto de señalarse que el responsable frecuentemente está fuera de sus turnos para vigilar el proceso de diálisis que es delicado y prolongado.
Las deficiencias en materia de equipamiento en este sector sensible y humanitariamente imprescindible, el de control y asistencia a enfermos renales, debería considerarse como prioridad para adquirir más equipos y mejorar las condiciones de asistencia considerando que las propias autoridades de la Caja Nacional reconocen que “diariamente aumenta el número de pacientes”.
Fuente: LA PATRIA
