A medida que avanzamos en el tiempo también adelantamos nuestra actividad adecuándola a los retos de la tecnología moderna y su implantación propiamente obligada en las entidades financieras (la banca) y según se dice a partir de enero 2011, también en el sistema tributario nacional.
A propósito de este “peliagudo” asunto ya se generan ciertas reacciones entre los contribuyentes, muchos que tienen “terror” al sistema cibernético y otros que piensan que el “remedio será peor que la enfermedad”.
Lo cierto es que desde octubre pasado se encuentra en vigencia el nuevo sistema de tributación nacional que permitirá ampliar sustancialmente el universo de contribuyentes, hecho que se constituye -según parece- en el objetivo del nuevo procedimiento del pago de impuestos. Un dato significativo del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) señala que el número de afiliados al sistema se ampliará en por lo menos 80 mil aportantes más.
Uno de los grandes problemas de la actualidad es precisamente la fabulosa evasión impositiva que se produce primero por la inequitativa admisión de contribuyentes, gran cantidad en el Régimen Simplificado pagando lo que se denominaría un “impuesto honorífico”, mientras el comercio y la industria legalmente establecidos pagan mensualmente fuertes impuestos.
Gran parte de los “pequeños contribuyentes” pertenecen al comercio informal, pero subido porcentaje de estos son intermediarios del comercio ilegal del contrabando y la gente que compra de todo especialmente en las ferias y las galerías en las zonas ya conocidas de las ciudades. Se da el hecho de que un gran porcentaje de estos comerciantes son “capitalistas o mayoristas” que tienen su modus vivendi con la inversión de fuertes capitales para la compra al por mayor de la más variada y sofisticada mercadería, generalmente en la zona franca de Iquique que vive con el comercio nacional. Este gigante comercio no paga impuestos y es el mayor contingente de evasores.
El SIN cree que con el nuevo sistema digitalizado se captará a “casi” el total de contribuyentes, aunque no se aclara ni garantiza que el gran contingente de nuevos contribuyentes será debidamente seleccionado y ubicado allí donde realmente aporte lo que corresponde en proporción a la magnitud del capital que maneja y no del movimiento que aparenta.
Este tema del sistema tributario on line obligatorio desde el próximo año puede tener algunas ventajas para cierto tipo de contribuyentes, empero no para la generalidad de quienes tendrán la necesidad de acudir a terceras personas para formalizar su tributación mensual. Muchos no tienen una computadora adecuada, otros ni siquiera saben encenderla, gran parte de ciudadanos son resistentes al sistema y por tanto serán renuentes al mismo… así de claro.
Bajo esas características tal parece que la disposición de “meter a todos en la misma bolsa” en materia de adecuación al sistema tributario on line no es el más prudente, lo que obliga necesariamente a establecer ciertas condiciones que permitan flexibilidad en el sistema o modo de contribuir, lo que no quiere decir eludir tal responsabilidad.
Entre una y otra cosa lo que importa es que el sistema de impuestos amplíe su universo de contribuyentes, los clasifique como corresponde y elimine la gran evasión impositiva aún vigente, claro está garantizando eficiencia en el servicio y evitando “pequeños errores informáticos” como el que causó perjuicios en la administración económica local.
Fuente: LA PATRIA
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