Sábado 27 de noviembre de 2010

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Lo que te está sucediendo es que llegas a un nivel de sobreexcitación sexual y la carga energética es demasiado intensa.
Tu cuerpo tiene un nivel de umbral un poco más bajo del que tenías antes (o están teniendo relaciones de una manera bastante similar una y otra vez, y las caricias, si las hay, son en los mismos lugares) y simplemente se cierra.
Es como si una superficie friccionara otra repetidamente de la misma manera. Llegará un momento en el que esta fricción producirá, o una herida o una sensación de anestesia para evitar el dolor.
Es muy probable que estén teniendo las relaciones sexuales de una manera un poco “mecánica” y orientada con un gran peso (si no exclusivamente) a la genitalidad (los órganos más sensibles de nuestro cuerpo).
La solución entonces es dejar los genitales y el coito sólo para el final del juego erótico, cuando ya tu cuerpo “te pida por favor” ser penetrado.
Si con tu pareja pudieran experimentar qué sientes con su estimulación en el resto de tu cuerpo (en el cual ambos tienen una gran sensibilidad probablemente no descubierta), con mayor o menor presión, con más o menos contacto, con distintas partes de su cuerpo estimulándote (tiene todo un cuerpo para tocar todo el cuerpo que tienes tú), es muy posible que puedan ir encontrando el punto justo de la excitación para ti, para que sigas disfrutando el encuentro.
Fuente: enplenitud.com