Gobierno portugués mantendrá política económica a pesar de la huelga
26 nov 2010
Fuente: Lisboa, 25 (EFE).-
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El Gobierno portugués se mostró hoy (ayer) decidido a mantener su política económica, impuesta por la crisis financiera y la desconfianza de los mercados, a pesar de la euforia sindical por los resultados de la huelga general del miércoles.
El Ejecutivo socialista luso volvió a cuestionar el éxito de la protesta, que el ministro de Economía, José Vieira da Silva, consideró una “huelga parcial” más que general en tanto subrayaba que las medidas anticrisis y los ajustes presupuestarios se van a mantener porque son “imprescindibles”.
La fortalecida hostilidad de los sindicatos, que anunciaron ayer su intención de exigir “con más fuerza” un cambio de política económica, no es el único problema con el que se encontró hoy el primer ministro luso, José Sócrates, mientras lidia con la peor crisis en tres décadas de democracia.
Según el último sondeo de opinión la oposición conservadora lusa podría obtener ahora mayoría absoluta en Portugal tras aumentar la ventaja sobre el Partido Socialista (PS).
La encuesta, realizada antes de la huelga general, atribuye una intención de voto del 26,9% al PS frente a un 44,3% del Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha), que podría gobernar en solitario.
Los socialistas perdieron el año pasado la mayoría absoluta lograda en 2005 y, aunque ganaron por un estrecho margen al PSD, su minoría parlamentaria y la férrea oposición de los partidos de izquierda marxista les ha obligado a negociar el programa económico con los conservadores.
La discusión del presupuesto del Estado luso para 2011 concluyó hoy (ayer) en la Asamblea Legislativa y el Gobierno confía en que mañana viernes sea aprobado, por segunda y definitiva vez, gracias a la abstención de la oposición, que exigió menor aumento de impuestos y mayor ahorro público para dejar pasar la propuesta inicial.
Estos presupuestos aspiran a reducir el déficit luso al 4,6% en 2011, frente al 9,3% en que cerró 2009, e incluyen congelación de pensiones, reducción de salarios e inversiones públicas y aumento del IVA, entre otras medidas calificadas de antisociales por la izquierda.
La huelga general de ayer, la primera desde 1988 que organizaron juntas las dos grandes centrales sindicales lusas, quería obligar al Gobierno a dar marcha atrás en esa política y los sindicatos aseguraron que fue un éxito y logró la adhesión de tres cuartas partes de los trabajadores.
Vieira da Silva, que se declaró convencido de que los presupuestos del Estado serán aprobados este viernes en el Parlamento, fue el único miembro del Gobierno en comentar el paro, en declaraciones a los medios portugueses en Bruselas, y mantuvo la posición del Ejecutivo en la guerra de cifras con los sindicatos.
La incidencia del paro, según los datos oficiales de la Administración, fue del 28% en el sector público y mucho menor en el sector privado, del que no se facilitaron cifras.
Con todo, la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, comunista) y la Unión General de Trabajadores (UGT, socialista) consideraron la huelga la mayor de la historia lusa y emplazaron al Gobierno a recoger su mensaje y solucionar los problemas sociales.
Sócrates ha tenido que endurecer este año en tres ocasiones las medidas económicas para cumplir las exigencias de Bruselas y calmar los mercados, donde la desconfianza ante la economía lusa hace temer que Portugal siga a Irlanda y Grecia en los rescates financieros comunitarios.
En estos momentos el PS sólo cuenta con el PSD para sacar adelante sus medidas anticrisis en el Parlamento pero los conservadores no han aceptado negociar acuerdos más allá de evitar el rechazo de los presupuestos y su consecuencia en el mercado.
El ascenso de la oposición en las intenciones de voto se produce cuando Portugal está prácticamente en campaña para las elecciones presidenciales del próximo 23 de enero.
En esos comicios se repetirá el duelo de 2006 entre el actual jefe de Estado, el dirigente del PSD, Aníbal Cavaco Silva, y el socialista Manuel Alegre, que aquel año quedó segundo con una candidatura independiente y esta vez tiene el apoyo del PS.
Fuente: Lisboa, 25 (EFE).-
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