La Cumbre sobre el Cambio Climático (CCC) organizada por las Naciones Unidas para su realización en Cancún - México. entre el 29 del presente mes hasta el 10 de diciembre próximo, representará un verdadero reto para Bolivia que debe reafirmar sus argumentos planteados en la Cumbre de Tiquipaya en defensa del medio ambiente, pero sobretodo demostrar que “proteger la naturaleza genera fuentes de empleo y rentabilidad”.
Difícil situación para los delegados nacionales que están trabajando de manera responsable e intensa en preparar un legajo de documentos que se mostrarán a los delegados de la próxima cita y que respondan al reto de la representante de la ONU en Bolivia, Yoriko Yasukawa quien mencionó muy claramente que “Bolivia debe demostrar en Cancún que proteger la naturaleza genera empleo”.
Se reconoce indudablemente que Bolivia tiene liderazgo, especialmente entre los países en desarrollo y como un Estado conformado por varias naciones indígenas que esperan mucho en la preservación de sus comunidades está en la obligación de profundizar sus argumentos sobre las ventajas de cuidar el medio ambiente, generando paralelamente fuentes de empleo y planes de actividades constructivas y sostenibles en la perspectiva de un país en marcha.
Se toman en cuenta algunos avances en materia productiva de Bolivia y se mencionan por ejemplo los avances en la agricultura orgánica, el eco turismo, planes específicamente ambientales para preservar las comunidades pero sin alterar los ciclos productivos y sin variar las condiciones tradicionales. Hay planes específicos en la diversidad del país tanto en el occidente, caso de la quinua o los camélidos o en el oriente con la soya, el trigo y otros productos de consumo permanente sólo por nombrar algunos ejemplos extendidos también al valle y el trópico.
Está visto que la diversidad de nuestro territorio se presta para mostrar ejemplos muy variados de lo que se hace y se debe hacer en materia de protección de la naturaleza y el medio ambiente, de tal forma que mejorando algunos sistemas tradicionales de producción se puedan mejorar los índices productivos sin alterar las variables tradicionales y en algunos casos ancestrales de cultivo y cosecha, mantenimiento de ganado y uso de todo el material que “produce” este rubro de actividad, especial en el oriente e incipiente en el altiplano.
En Cancún se tratará nuevamente la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para proteger el medioambiente y garantizar la vida en el planeta tierra, en ese lineamiento se insistirá en que los países contaminantes paguen una “deuda histórica climática” en función al daño ocasionado.
Surgirán otras alternativas en la cumbre de Cancún, especialmente planteadas por países desarrollados que preocupados por las condiciones del cambio climático, también contribuirían a mitigar los daños causados por la misma gente en contra de la humanidad, generalmente por desconocimiento de normas y conductas que deben ser “socializadas” mundialmente para que en todas las latitudes del globo todos cuidemos nuestras vidas.
“Vivir en armonía con la Madre Tierra” debe pasar en Cancún de la teoría a la práctica, mostrando la posibilidad de que protegiendo a la naturaleza se puede generar empleos y rentabilidad para vivir sanamente. Es el reto de Bolivia en la próxima cumbre del presente mes.
Fuente: LA PATRIA
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