LA MÁQUINA DEL TIEMPO

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José Pol. Cochabamba, 1844 – 1902. Abogado, profesor, estadista, dramaturgo y poeta. En 1885 fue nombrado Ministro de Instrucción Pública en cuya gestión se aplicó el Estatuto y Código de Instrucción, base de la enseñanza escolar hasta la llegada de Rouma que fundó la primera Normal de Maestros de Bolivia. También fue Diputado y Munícipe de Cochabamba. Como docente universitario dictó cátedra en la Facultad de Derecho de San Simón. Fue Diplomático y Cónsul General de Bolivia en EE.UU. También fue prefecto del departamento de Oruro.

Publicó Estatuto y Código de Instrucción; El pueblo o las facciones y la verdadera causa de todos nuestros males (1872); Algo relativo a la Conferencia sobre la vida en Washington (1886); Atahuallpa (1887), ensayo dramático que fue representado en 1869.

Siendo a más de esto en extremo fluctuante e indecisa nuestra situación presente y estando a lo sumo delineadas y a medias tintas las fisonomías, por fuerza hemos de quedarnos cortos y algún tanto reservados.

Con todo, ahora como siempre voy en derechura a mi propósito, y quiero con la natural desvergüenza que me caracteriza, decir sin rodeos lo que es, lo que siento y lo que juzgo, acerca de los partidos que hoy en día se dividen el campo de la política.

Su obra literaria todavía no ha sido valorada en sus verdaderos alcances, especialmente su producción teatral, donde se muestra como un notable conocedor del género; asimismo, es el primer dramaturgo de su tiempo que se inspira en los hechos y personajes del incario con Atahuallpa.

Su poesía cobra relieve en la secuencia de hechos y pasajes anecdóticos que se animan con soltura. Siendo un poeta romántico, mantiene el equilibrio emocional de los clásicos del Siglo de Oro español. Sus otros sonetos, de tanta o igual factura, tienen la virtud de cantar no sólo la belleza de la mujer, sino que también relieva, comparativamente, la naturaleza circundante. A continuación dos muestras.

[Pensabas estar sola…]

Pensabas estar sola y te veía

Oculto yo del bosque en la espesura,

Cuando flores tu mano deshacía,

Signos buscando así de mi ternura.

“Si me quieres o no”…. Decirles oía,

Los pétalos soltando con blandura,

Y según el augurio te salía

Tu faz mostraba el gozo o la tristura,

¡Oh! Tierna amiga, si una flor pudiera

De algún modo expresarte el sentimiento

De flores todo el reino te dijera:

–Es por tu causa la pasión que siento,

No sólo amor cual tu cariño espera,

Sino el alma y la vida con que aliento.

[Si en la corriente linfa cristalina]

Si en la corriente linfa cristalina

De un arroyo contemplas tu hermosura,

Tú no observas tal que el agua pura

Al volverla tu rostro se ilumina.

Ni ves que el sol más rápido declina

Al distinguir tu límpida frescura,

Y a mirarse de frente se apresura

En el espejo de tu faz divina.

Así a la vez tu rostro es sol fulgente

Para el terso cristal del arroyuelo,

Y para el sol espejo transparente.

Mas, si respondes a mi amante anhelo,

A más de espejo y sol, en ti mi mente

Hallará un ángel que bajó del cielo.

Fuente: LA PATRIA