Dos alcaldes elegidos recibieron sentencias condenatorias
Procesos contra opositores vuelven a tensionar el clima político regional
19 nov 2010
Fuente: La Paz, 18, LA PATRIA.-
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Las sentencias que con penas de cárcel para dos alcaldes opositores en menos de una semana han vuelto a tensionar el ambiente político y la relación del Gobierno central con las regiones administradas por políticos de la oposición.
Primero, el lunes 15, el alcalde electo y suspendido de Sucre, Jaime Barrón, fue sentenciado a guardar detención por el caso de humillación y vejámenes contra campesinos en la ciudad Capital en mayo de 2008. Luego, el miércoles 17, un juzgado de Potosí emitió sentencia condenatoria a tres años de cárcel contra el suspendido alcalde de Potosí, René Joaquino.
Desde la lectura y ejecución de esas sentencias, Sucre y Potosí se han convertido en ciudades donde sectores afines a los alcaldes suspendidos y condenados protagonizan movilizaciones y protestas contra el Gobierno al que acusan de mandar la persecución de opositores y judicializar la política.
Aunque Barrón no hizo declaraciones políticas, Joaquino anticipó que no claudicará en su carrera política y se comparó con el ex presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, quien estuvo preso por aproximadamente 30 años en su lucha contra la segregación racial, hasta llegar a la presidencia de su país.
“La carrera política se acaba cuando uno muere, yo voy a seguir”, dijo Joaquino, quien de la noche a la mañana se convirtió en el político con más entrevistas en la televisión.
OPORTUNIDAD
El gobernador de Tarija, Mario Cossío realizó denuncias de un supuesto “golpe de Estado” en su contra, planificado por la cúpula partidaria del MAS en ese departamento y avalado por dos ministros de Estado.
Según Cossío, el MAS ha implantado un sistema de “descabezamiento de opositores” con el uso de la Contraloría General del Estado, la Fiscalía General y el Órgano Judicial como instrumentos para “perseguir y encarcelar” a opositores.
Cossío enfrenta procesos por supuesta corrupción durante los primeros cuatro años de administración de la Prefectura de Tarija.
En La Paz, el alcalde Luis Revilla, denunció que el MAS “quiere ganar en la mesa, lo que perdió en la cancha”. Revilla también enfrenta un juicio por irregularidades cuando era presidente del Concejo Municipal de La Paz y ayer un juez rechazó una acción de defensa presentada por sus abogados.
DESESTABILIZACIÓN
A nombre del Gobierno, el viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán dijo que “estamos ante un plan político que busca desestabilizar al Gobierno con el fin de evitar que realice una buena gestión, además con descalificaciones de procesos judiciales contra personas acusadas de hechos de corrupción”.
“Estas personas (procesadas) y la ex Prefecta de Chuquisaca, Savina Cuellar, formaron parte del golpe cívico-prefectural el año 2008 para derrocar al Gobierno del presidente Evo Morales, a través de acciones terroristas y racistas”, denunció Farfán.
Dijo que, “con el apoyo de un grupo de la jerarquía de la Iglesia que baila al mismo ritmo de grupos radicales de la oposición y su resistencia a someterse a la justicia, estas personas crean conflictos sin ningún tipo de razón que lo único que buscan es entorpecer la gestión y el programa de Gobierno”.
Dijo que el proceso contra Joaquino “es un tema de corrupción pública, porque fue imputado y sentenciado a tres años de cárcel por la compra irregular de vehículos usados prohibidos por la ley”.
En cuanto a Barrón aseveró que “todos sabemos que fue el principal autor intelectual, como presidente del Comité Interinstitucional de Sucre, de los vejámenes y humillaciones a campesinos, en un hecho que sucedió el 24 de mayo de 2008”.
“Esos actos son barbaries en complicidad con los grupos de choque de la Alcaldía, de la Universidad y los unionistas de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra”, dijo el Viceministro.
“Cossío responde a la vieja cultura de fuerzas políticas tradicionales, donde la corrupción era el pan de cada día; ahora se resiste a enfrentar a la justicia e impulsa un proceso por alzamiento armado contra el Gobierno en busca de quedar impune”, concluyó.
“Mario Cossío y todos quienes se declaran perseguidos políticos militaban en partidos tradicionales y neoliberales que los utilizaban con un fin personal para enriquecerse, no con el propósito de resolver los problemas del país”, insistió.
Fuente: La Paz, 18, LA PATRIA.-
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