Lunes 08 de noviembre de 2010
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Se desplomó el esquema que nos hacía sentir orgullosos de ser parte de un país considerado como el primero en producción gasífera y que pudo ser también el centro energético de Sudamérica, cuando en realidad hubo mala intención -según se percibe- en la cuantificación de nuestras reservas, tanto así que el factor potencial apuntaba a exportar grandes volúmenes de LNG (Gas Natural Licuado).
Como sucede tras las malas noticias siempre se buscan culpables y en este caso se mencionó a los “anteriores gobiernos” y a ciertas petroleras que “inflaron” las reservas de gas para mostrar a la Bolivia de alta producción de gas, cuando en realidad no se confirmaron los volúmenes anticipados.
Una relación de las reservas anotadas por ejemplo en el año 2004 señalaba una cantidad de 26,7 Trillones de Pies Cúbicos (TCF) y al año siguiente 2005, las mismas cayeron a sólo 12,8 TCF que resulta ser –increíblemente- el último informe de cuantificación de esas reservas en un país gasífero.
El dicho popular señala que “las mentiras tienen patas cortas” y por lo visto no podían avanzar más y la realidad ahora nos muestra otras cifras, como la que registró la empresa certificadora Ryder Scott en junio del presente año con sólo 8,35 TCF, volúmenes de reservas que nos ubica en sexto lugar después de Venezuela, Perú, Trinidad y Tobago, Argentina y Brasil.
Fuente: LA PATRIA
