Elecciones: el momento de la verdad

Las elecciones parciales estadounidenses del 2 de noviembre auguran que el actual gobierno del presidente Barack Obama enfrentará complicadas escaramuzas y batallas campales que pueden debilitarlo para los comicios presidenciales venideros.

Tendrá que lidiar además con fuerzas políticas extremas agrupadas en la nueva opción conocida como Movimiento Tea Party, el cual ha ido incrementando su potencial financiero y su presencia en diversos estados de la Unión.

Obama será hostigado también por grandes conglomerados como los bancos y empresas de bienes raíces a los que un día rescató financieramente y que hoy torpedean sus principales proyectos sociales como lo hacen también algunas trasnacionales poderosas.

Tendrá irremediablemente que resignarse a recibir un voto de castigo de los latinos que no le perdonan el incumplimiento de su promesa de aprobar una Reforma Migratoria, y de otras minorías que han sufrido el injustificado zigzageo político que ha protagonizado en lo que va de mandato.

El entusiasmo del voto latino confirmaba que por fin se habían convertido en una importante fuerza política con la cual había que contar en cada justa electoral futura.

Ahora, años más tarde, decepcionados por la ausencia de una ansiada reforma migratoria y por los cada día más violentos ataques contra los indocumentados, este electorado, que tiene mucho peso en estados claves como Nevada, California, Florida y Arizona, es vital para los políticos de ambos partidos tradicionales.

Muchos latinos van a ausentarse de las urnas y un alto nivel de abstención podría dañar seriamente las perspectivas de algunos candidatos demócratas en determinados estados lo cual sería un costoso precio a pagar por la Casa Blanca.

Un reciente estudio del Pew Hispanic Center, una agrupación comunitaria en Las Vegas, mostraba hace unas semanas que tan sólo el 50 por ciento de los latinos se disponía a acudir a las urnas el próximo 2 de noviembre, comparado con el 70 por ciento del resto de los votantes y que sólo un 30 daba seguimiento cotidiano a la justa electoral de noviembre.

LA LEY ARIZONA

Algunos de los motivos principales de esta apatía generalizada es la crisis financiera que ha dejado a muchos latinos sin empleos, pero sobre todo ha incidido el fracaso del Gobierno en aprobar una reforma migratoria abarcadora que legalice a los más de 11 millones de indocumentados existentes actualmente en Estados Unidos.

El pasado julio, una juez federal cuestionó la parte de la ley de Arizona que otorgaba a la policía amplios poderes migratorios y le permitía detener sin evidencias a cualquier persona bajo sospecha razonable de que se encontrara en el país ilegalmente.

Obama prometió una reforma en su primer año de mandato y aún estamos esperando ya que es un tema que nos afecta, afirma Fernando Romero, de Hispanics in Politics, una organización latina de Las Vegas.

En los comicios presidenciales del 2008 el 67 por ciento de los latinos votó a favor de Barack Obama y aunque el Pew Hispanic Center asegura que la misma proporción votará por los demócratas en estos comicios parciales el gran problema será la alta abstención de los votantes hispanos.

Existen aproximadamente más de 46 millones de hispanos en Estados Unidos con derecho al voto, según el sitio web publico.es.

En Nuevo México representan el 38 por ciento de todo el electorado, en Texas el 25, en California el 24, en Arizona el 18 y en Nevada el 14, mientras que en Nueva York, son el 12 por ciento.

Los latinos tienen pocas ganas de votar, porque con la crisis se les ha acusado de todos los males, añade Romero y afirma que por eso, los esfuerzos de movilización se han multiplicado.

En California han empezado a emitir un anuncio televisivo que dice: “Votar sí, pero Arizona no”.

Es difícil motivar a la gente, reconoce José Moreno, de Organizing for America, la organización que apoyó la campaña electoral de Obama.

Hay que explicarles que estas son otras elecciones, afirma Moreno.

“Nuestro objetivo es también a largo plazo. Si consigues que alguien vote tres veces seguidas creas un votante de por vida. Así es como los latinos podrán transformarse en una fuerza política ineludible”, asevera.

Asegura Moreno que muchos tampoco entienden muy bien cómo les va a afectar la reforma sanitaria que trata de promover Obama.

“Esto es un problema general porque la primera cosa que han hecho las aseguradoras médicas es subir las pólizas para compensar las pérdidas que les ocasionará la medida cuando se aplique plenamente”, recordó.

El pasado septiembre, el senador Harry Reid intentó que el Congreso aprobara el llamado Dream Act, una ley migratoria destinada a facilitar la naturalización de los indocumentados que hubieran cursado estudios secundarios en Estados Unidos o estuvieran activos en el ejército estadounidense.

Sin embargo, los legisladores no llegaron ni siquiera a debatir el tema en el Congreso, por lo que todas las iniciativas prometedoras para los más pobres han quedado indefinidamente postergadas y eso perjudicará a un presidente que pretende reelegirse para un segundo mandato, consideró.

La elección para renovar 37 de los 100 asientos del Senado, la totalidad de los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 37 de los 50 puestos a gobernadores estatales, parece indicar que de confirmarse los actuales pronósticos, los demócratas podrían sufrir su mayor derrota desde los tiempos en que Bill Clinton era presidente en el año 1994, según opinan los principales analistas.

(*) Jefe del Departamento de Difusión de Prensa Latina