Lunes 01 de noviembre de 2010
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Editorial y opiniones
El Satélite de la Luna
El paradigma del trigo y la cizaña
01 nov 2010
Por: Francesco Zaratti
La ciencia médica libra desde varios decenios una lucha frustrante contra el cáncer. Cada vez que fallece, por esa causa, una persona bíblicamente justa, como lo fue Anamar, hermana en la fe, me pregunto: “¿cuándo por fin la ciencia hallará un remedio para el cáncer?”
Aparentemente poco se ha avanzado y muchos continúan a enfermarse y morir de esa enfermedad. A los sumo se sobrevive más tiempo, pero con una dudosa calidad de vida, debido a los tratamientos traumáticos y la poca fe del enfermo “terminal” en la medicina. Y, sin embargo, aprendo, leyendo las conclusiones de un reciente congreso europeo de oncología, que en ese campo hay importantes avances cualitativos.
Las grandes revoluciones científicas se han dado gracias a un cambio de “paradigma”, o sea la manera de ver y abordar el problema. Copérnico y Galileo tenían delante de sí los mismos fenómenos y los mismos datos de sus contemporáneos, pero supieron mirar a esa realidad desde otra perspectiva y cambiaron el mundo.
En la medicina han habido varios cambios de paradigma en torno a cómo enfrentar una enfermedad. Las vacunas, por ejemplo, han cambiado la estrategia de lucha contra flagelos que diezmaban a la población, sobre todo infantil, gracias a la intuición de un médico británico, Edward Jenner, de “inmunizar” a los niños contra la viruela. Lo propio se podría decir de los antibióticos, con todos los defectos que acarrean, de la homeopatía o de la acupuntura, a la cual hay que creerle no sólo porque es raro cruzarse con un erizo enfermo.