Un observatorio político imparcial tendría que advertir en este momento que el promedio de contradicciones y traspiés del gobierno ha aumentado de manera ostensible.
Pero si se le pusieran fechas a esta sobreproducción de errores, habría que observar que comenzó después de que el presidente Evo Morales anunciara su decisión de postularse a la re-reelección.
Es como si a partir de ese momento se hubiera puesto en marcha una usina de producción de absurdos que vienen a dañar la imagen del presidente, y del gobierno.
Las contradicciones se producen a tal velocidad que una enumeración que ensayé en una anterior columna había quedado desactualizada en las horas en que tardó en imprimirse.
Cuando estoy escribiendo estas líneas, la lista acaba de aumentar con el desmentido que hace el ministro de Minería, José Pimentel, al anuncio que había hecho el presidente en Irán acerca del litio y la sociedad con ese país.
Unas horas antes, el vicepresidente Álvaro García Linera estaba anunciando que sus parlamentarios revisarían una ley sobre el abuso sexual a los niños, “porque hay que escuchar la voz del pueblo”. En ese caso, el gobierno quedó atrapado en un tema muy difícil de explicar, como lo demostró con impotencia el presidente de Diputados.
El estilo de tomar decisiones con el método del tanteo, que consiste en hacer un anuncio y luego, cuando se han recibido las primeras reacciones, seguir adelante o retroceder, se aplicó en este caso.
En el caso de los periodistas y la libertad de expresión violada mediante una ley enmascarada, en cambio, este método no se aplicó. Todos los periodistas del país, excepto los que trabajan para el gobierno, con o sin máscara, están en contra de esa ley.
En el tema del gas natural, las contradicciones son tan numerosas que podrían medirse en TCF. Impedir la difusión de un informe sobre las reservas es un error del gobierno, porque miente al país y se miente a sí mismo.
Sobre el litio, pues el dato que dio el presidente en Teherán y que fue desmentido en La Paz es poca cosa respecto de lo que se viene. Lo que se viene es la revelación –que aquí va- le que el Secretario Ejecutivo del Comité Científico Boliviano, un europeo, es dueño de un salar al sur del de Uyuni, donde piensa aplicar todos los descubrimientos hechos por “nuestros muchachos”. Es el salar de Pastos Grandes.
Es decir que la usina tiene contradicciones y errores en proceso de producción. No vaya a ser que escaseen.
Aquello de prohibir libros, censurar telenovelas, aplicar el análisis de contenido en los medios de comunicación, anunciar la creación de un premio que rivalice con el Nóbel, rendirse ante los cocaleros que rechazan el registro de la comercialización de la hoja, y otras cosas más, entra en la lista de la avalancha de errores.
Quizá el presidente tenga que comenzar a pedir a Dios, a la suma del tiempo, o a la Pachamama: “Cuídame de mis amigos, que de mis enemigos me cuido solo”.
(*) Sonora de Comunicaciones S.R.L.
e-mail: hvacaflor@gmail.com
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