Mientras unos aseguran que existe plena libertad de expresión y democracia en el país, hay quienes opinan lo contrario y ponen de manifiesto su rechazo a muchas leyes y decretos que, una veces de manera disimulada, y otras en forma manifiesta, tratan de restringir derechos fundamentales de la ciudadanía.
Sin hacer juicios de valor, en esta oportunidad dirigiremos a los lectores un serie de preguntas; las mismas que fueron planteadas por Winston Churchill al pueblo italiano en el año 1944, que permitan reconocer la libertad en el mundo moderno y que todavía pueden plantearse hoy en día, dirigidas a la población boliviana. De manera, que usted que nos lee en este momento, pueda responder a cada una de esas interrogantes y sacar sus propias conclusiones, de si existe o no, libertad y democracia en Bolivia.
“¿Hay libertad de expresión para criticar y oponerse al gobierno que está en el Poder en este momento?”.
“¿Tiene el pueblo derecho a expulsar a un gobierno con el que no está de acuerdo, y cuenta con mecanismos constitucionales que le permitan ejercer su voluntad?”.
“¿Hay tribunales de justicia libres de la violencia del Ejecutivo, de amenazas de violencia por parte de la muchedumbre y libres también de cualquier dependencia de los partidos políticos?”.
“¿Administrarán estos tribunales la justicia haciendo uso de leyes transparentes y sólidas que el hombre asocia de forma natural con principios de la decencia y de la justicia?”.
“¿Habrá juego limpio para los pobres y para los ricos, para las personas privadas como para los funcionarios públicos?”.
“¿Se mantendrá, se hará valer y se exaltará el derecho del individuo, supeditado a sus obligaciones para con el Estado?”.
“¿Está el campesino, el trabajador o el ciudadano común que se gana la vida con su labor de todos los días, sustentando también a su familia, libre del miedo a que una macabra organización política, creada por partidos fascistas y nazis, llame a su puerta y le condene a la esclavitud o a los malos tratos sin un juicio justo y público?”.
Estos cuestionamientos demuestran que para Churchill, como ahora puede ser para cualquier ciudadano, la cuestión crucial es que el poder político no debe prevalecer sobre los estilos de vida, espontáneos y reales de la gente. Respondiendo a cada una de las preguntas lanzadas en esa época, que bien pueden ser acomodadas para la época actual, y a nuestro país, se podrá establecer si en Bolivia existe libertad de expresión, protección a la vida, una justicia libre de presiones y una democracia que permita una vida en paz y con equidad.
Estas preguntas planteadas en una época lejana y en otro lugar geográfico, demuestran que los principios fundamentales de los ciudadanos no varían ni variarán en el tiempo ni en el espacio; porque la libertad y la democracia no tienen tiempo ni nacionalidad, son, definitivamente, universales.
Por lo menos…esa es mi opinión.
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