Ana María Romero de Campero nos deja enseñanzas, valores y principios
27 oct 2010
Fuente: La Paz, 26 LA PATRIA.-
Ana María Romero de Campero, la periodista que en vida descolló por su constante y permanente servicio a la comunidad y su dedicación desde la política a la defensa de los valores y los derechos humanos, el 25 de octubre último ha entregado su vida a Dios dejando como patrimonio un cúmulo de enseñanzas, valores y principios que posibilitarán comprender mejor el sentido de la vida y, emprender con mayor visión las responsabilidades frente a la sociedad.
La Dirección del periódico LA PATRIA, su personal de periodistas y trabajadores de la prensa, expresan un sentido homenaje a la memoria de la insigne periodista y política que durante su larga vida de 68 años, no ha dado descanso a su espíritu de servicio y estuvo siempre pendiente de ofrecer su concurso para atender, en forma inmediata, los conflictos que conmocionaban al país con huelgas, movilizaciones o caminatas prolongadas en demanda de un mejor servicio a sus necesidades más atingentes.
Esos sus esfuerzos le permitieron los galardones logrados desde el ejercicio del periodismo, con la medalla del Premio Nacional de Periodismo, recibió asimismo, el premio de la Fundación Ballivián y la Medalla Bautista Saavedra, por la defensa de los intereses públicos.
Como periodista, ejerció su profesión desde las redacciones de los periódicos El Diario y Presencia, donde culminó su desempeño como Directora. Posteriormente, por elección en el Senado Nacional, cumplió funciones de primera Defensora del Pueblo y, como política, fue elegida presidenta de la Cámara de Senadores.
Con anterioridad y durante el prolongado periodo del restablecimiento del sistema democrático boliviano, Ana María Romero de Campero, fue nombrada por el entonces Presidente Constitucional de la República, Walter Guevara Arce, su Ministra de Informaciones. Luego del golpe militar del Cnl. Alberto Natusch Busch, junto al mandatario y sus ministros, formó parte del “gobierno clandestino” que, 16 días después, provocó la caída de la dictadura de Natusch.
Anamar, el seudónimo que utilizó en la identificación de sus artículos de opinión, falleció víctima de una dolorosa enfermedad gastrointestinal, de la cual no pudo salir desde que fue electa como presidenta del Senado Nacional. Durante sus luchas políticas, participó en dos oportunidades, en huelgas de hambre y, en defensa de sus ideales de unir al país, creó la Fundación UNIR cuyos objetivos valorizaban los derechos de las personas, tanto civiles como humanos.
El Gobierno tiene previsto promulgar un Decreto Supremo que declare “duelo nacional de siete días”, sin suspensión de actividades pero en los edificios públicos se izará la bandera boliviana con crespón negro. Adelantó, asimismo, que el funeral de Anamar, se llevará a cabo de acuerdo con la investidura de presidenta del Senado Nacional y se respetará la decisión de sus familiares.
Durante el día de hoy (ayer), tanto cadenas de radio como televisoras, dedicaron espacios importantes, ofreciendo sentidos homenajes póstumos a la personalidad de Ana María Romero, destacando su personalidad como periodista y activista de la vida y de la defensa de los derechos humanos.
Fuente: La Paz, 26 LA PATRIA.-
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