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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 Regularización de importaciones - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
La Aduana Nacional y el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) son dos organismos que están empeñados en cambiar ciertas reglas de juego con los protagonistas de actividades comerciales, legales e ilegales. Por una parte los contrabandistas que introducen mercadería sin pagar derechos justos y por otra los revendedores como parte de un gigante comercio informal.
Al inicio de la espiral existe un poderoso sistema económico que mueve mucho dinero disgregado en sistemas que se han vuelto tradicionales por su aplicación y que justamente por su modo de operar produce confusiones entre los encargados de luchar contra el contrabando y los que desean recuperar la mayor cantidad de impuestos.
Por un lado la aduana mediante su organismo represivo, a veces minimizado frente a la fuerza de los contrabandistas, no alcanza a detener la inmensa cantidad de la más variada mercadería que ingresa al país, generalmente de contrabando abierto y en algunos casos bajo el respaldo del denominado “Documento Único de Importación (DUI) o las pólizas de importación que tramitan las agencias aduaneras especializadas. Como se observa siempre resulta mayor la cantidad de contrabando que la mercadería importada.
En el frente inmediato de la cadena comercial, fuera de los capitalistas que puede ser uno de los “pesados” o varios asociados, movilizan carga no sólo en un camión y trailer, lo hacen en una caravana de grandes contenedores que saturan los mercados del país, eludiendo pago de internación y después la contribución oficial al fisco a través de los impuestos.
Mencionamos “una cadena” y lo evidente es que fuera de los eslabones principales que son los mayoristas, están los intermediarios una especie de otros pequeños inversionistas que “rescatan” la mayor cantidad de mercadería para distribuirla entre los comerciantes que se inscriben en el Régimen Tributario Simplificado y que pagan mínimos impuestos al amparo de una regulación que establece ciertos montos de capitales y que debería aplicarse tan sólo en los negocios de mínima cuantía, como por ejemplo las tiendas de barrio u otros negocios menores con mínimos capitales de operación.
Lo cierto es que capitalistas del contrabando y distribuidores de peso resultan los más afectados con las medidas que emergen en función de leyes para la restricción del contrabando y para la universalización de los impuestos, en ambos casos, con beneficios directos para el Erario Nacional.
Pues bien, hasta llegar a ese punto del Tesoro General de la Nación, parece que toda medida es buena, pues los dineros recaudados por Aduana y el SIN y que deberían servir para encarar planes de desarrollo en todo el país, tal parece que no llegan en equitativa distribución a los distritos donde se generan las operaciones impositivas surgiendo la duda sobre el destino de tales fondos.
Son detalles que pesan a la hora de tomar conciencia real de la necesidad de combatir el contrabando y regularizar el sistema impositivo que esa actividad genera en esa espiral que crece desmesuradamente en todo el país.
Hay que combatir la ilegalidad de todas maneras, pero aplicando regulaciones que sean objetivamente prácticas y que muestren un sentido de equidad para no causar justificadas reacciones en los sectores que tributan legalmente y que no reciben incentivos “reales” por el cumplimiento de sus deberes formales.
Fuente: LA PATRIA
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