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Domingo 17 de octubre de 2010

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Revista Dominical

El deporte una forma fácil de disciplinar a niños y jóvenes

17 oct 2010

Fuente: LA PATRIA

El entrenador Gustavo Dávila cumple este gran reto hace 30 años, tiempo en el que logró formar a la mejor voleibolista de Bolivia Tania Ayala, un ejemplo para las niñas en plena formación • Por: Alicia Navía Mier - Periodista

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El haber experimentado esa sensación de competir y ganar un partido, lo sentí apoyando a mi hija que es parte de un equipo de voleibol, y también lo que me motivó a escribir sobre la importancia de apoyar a la niñez y juventud en su participación a nivel deportivo, puesto que en mi niñez no tuve esa oportunidad, debido a que en esa época no había equipos o clubs que acojan a menores y quizá por la falta de escenarios deportivos.

A raíz de esta vivencia, me di cuenta que los tiempos cambian y hay que saber aprovecharlos, por lo que me animé a realizar este artículo en base a la vivencia de “Gustavo”, como es llamado por sus alumnos, quién hace 30 años aproximadamente se dedica a formar buenos deportistas, siendo el ejemplo más claro, la que fue considerada como la mejor voleibolista de Bolivia, Tania Ayala una orureña a la que se quieren parecer muchas jóvenes por todos los logros obtenidos.

En el presente artículo lo que pretendo es reflejar que el deporte desde todo punto de vista es lo mejor para el futuro de los niños, tomando en cuenta la versión de un profesional dedicado a formar a niños que al crecer se convierten en jóvenes responsables dedicados al deporte para vivir sanamente y que les sirve también para su formación profesional debido a la disciplina que tienen en sus hábitos alimenticios y de horario especialmente.

Gustavo Dávila obtuvo el título de entrenador en Alemania, y es entrenador de niños como de jóvenes en la disciplina del voleibol que cada vez logra más adherentes a corta edad y que sirve también a los padres de familia para ser puntuales.

El entrenador que brindó su vida al voleibol con el que logró grandes triunfos no solo a nivel departamental, también nacional, recuerda que actualmente existe una gran diferencia con la época en la que empezó a dedicarse a este deporte en la categoría juvenil que se iniciaba a partir de los 14 a 15 años, muy distinto a la actual, puesto que los niños inician con esta etapa deportiva a los 8 a 9 años, ante el apoyo de los padres y porque se cuenta con un escenario propio como es el coliseo cerrado o más conocido como el Palacio de los Deportes, ubicado en la zona Norte de la ciudad y donde se realiza actualmente una competencia a nivel nacional.

Recuerda que hace 30 años solo había la cancha del colegio Simón Bolívar, que no reunía las condiciones para realizar este deporte, motivo por el que a través de gestiones realizadas por los interesados, se logró la construcción de un campo y material para entrenar.

“El voleibol orureño a dado grandes pasos en relación a lo que era hace aproximadamente 30 años”, manifiesta Gustavo, a tiempo de recordar que fue su obra el trabajo realizado con Tania Ayala, considerada la mejor deportista en esta disciplina a nivel nacional, con quién trabajó bastante para lograr lo que ella fue en su tiempo de deportista, quién se dedicó íntegramente a este deporte con mucha disciplina.

Con ella se logró demostrar que el estado físico es bueno si se asiste a sesiones de gimnasia, siendo un ejemplo para generaciones futuras que se dedican a cuidarse físicamente como complemento de un deporte, no solo del voleibol.

La parte que le deja satisfacción es trabajar actualmente con niños, porque logra formarlos física, deportiva y mentalmente además de lograr que sean disciplinados, algo que no se puede lograr con los adultos porque es una formación distinta la que reciben, porque aprenden a tener responsabilidad a partir de cumplir el horario de entrenamientos o para cumplir los compromisos deportivos, logrando que a la larga sean personas de bien en beneficio de toda la sociedad.

Según Gustavo Dávila, algunos padres cuando su hijo no tiene buenas notas, es castigado prohibiéndole que asista a los entrenamientos o partidos supuestamente para que estudien, pero se comprobó que no es así, puesto que el tiempo en el que debería estar estudiando hace otro tipo de cosas que simplemente perjudica a su formación y en los entrenamientos, por esta razón propone que les quiten otras cosas que les gusta como el uso de Internet, televisión, salir con sus amistades o dejar de ir a alguna fiestas.

“Los papás tienen que entender que en los entrenamientos se disciplina a los niños, entonces no es buena idea castigarlos de esta manera, peor si el niño tiene problemas con sus notas porque se le quita la asistencia a un lugar donde se le está disciplinando, por lo tanto es necesario que el apoyo de los padres en las actividades deportivas sea continuo para consolidar una persona con disciplina”.

La edad más correcta para que un niño inicie una actividad deportiva es de los 7 a 8 años, quienes pueden ya practicar con el material adecuado debido a que existe material pesado que perjudica el normal desarrollo de sus articulaciones, sobre todo por el peso que tienen los balones, motivo por el que surge en la Asociación de Voleibol de crear una categoría inferior a la mini que es sub 12 por lo que se pretende crear una categoría sub 10 ante el incremento de niños que quieren dedicarse a este deporte, el mismo que debe ser reglamentado especialmente para ellos.

Desde todo punto de vista el deporte es bueno no solo practicando voleibol, puesto que han existido siempre buenos deportistas en otras disciplinas como el futbol siempre y cuando exista un trabajo coordinado entre profesores y padres de familia porque en Oruro especialmente existe mucho talento, sin tomar en cuenta la estatura que es compensada con el trabajo que se realiza en la parte física.

Recuerda por ejemplo que Tania Ayala, medía 1,76 que no es una estatura muy considerable sobretodo para jugar a nivel internacional pero ella tenía un salto sin impulso de 80 centímetros, por lo que podía competir a cualquier nivel con un trabajo adecuado en la parte física, aunque en la actualidad esta parte no puede concretarse con los niños por la falta de tiempo que actualmente no tienen para entrenar.

Algunos padres y maestros piensan que los menores deben dedicarse simplemente a los estudios, motivo por el que existe un choque que no debería existir entre la actividad física con la intelectual porque entre si se complementan y ambas contribuyen a la formación de los niños.

Una anécdota que recuerda Gustavo es el inició del trabajo emprendido con Tania Ayala, quién un día sin haber entrenado con ella apreció su talento al golpear accidentalmente un balón lo que le permitió darse cuenta que esta niña tenía condiciones para ser una gran deportista, lo que se convirtió en casi una obsesión, motivo por el que enviaba a otras alumnas a recogerla a su casa para que entrene porque a ella no le gustaba mucho la idea de entrenar, pero con el tiempo resultó al revés, puesto que Tania Ayala fue la que le buscaba a Gustavo para entrenar.

También recuerda que motivado por el resultado obtenido con niños y jóvenes junto a dos o tres dirigentes, gestionaron la construcción del Palacio de los Deportes que fue edificado en un lugar donde nadie pensó que en el futuro se convertiría en un centro deportivo por estar en una zona a la que nadie dio importancia, habiendo logrado administrarlo con la firma de un convenio con la Prefectura, tras haber recolectado ladrillo por ladrillo para ser edificado, apelando al apoyo de algunas ladrilleras.

El piso parquet que tiene la infraestructura se logró con el apoyo de la empresa embotelladora Vascal por ser el gerente un deportista que sin esperar nada a cambio, apoyó con el material para plasmar la idea de tener un centro deportivo que es utilizado diariamente.

También se logró el apoyo gubernamental a través del periodista deportivo Toto Arévalo cuando cumplía funciones como ministro de deportes, quién aportó con la entrega de calaminas para una parte del techo del centro deportivo.

Ante la experiencia obtenida, Gustavo Dávila cree que algunos padres se encuentran equivocados al definir cual es la mejor actividad para su hijos, porque existen algunos padres influenciados por sus hijas que consideran que el modelaje es una actividad más importante que el deporte, actividad que no es mala pero que debe tener un lugar aparte porque no se compara con el deporte, puesto que el deporte forma a las personas y especialmente a los niños, hecho que deben darse cuenta los progenitores.

El apoyo de los padres a los niños que quieren dedicarse a realizar algún deporte debe ser al ciento por ciento, tengan o no condiciones porque si ven que no logran triunfos o no son elegidos para ingresar a la cancha prefieren que dejen su entrenamiento, por lo que se les aconseja a que continúen brindando apoyo con un consejo maduro manifestando a sus hijos que deben persistir para lograr ser uno de los mejores según el entrenador.

Gustavo también pide a los niños que emprendieron algún deporte den el mayor de sus esfuerzos y tengan en cuenta que la actividad deportiva implica un 99 por ciento de traspiración y el 1 por ciento de inspiración, por lo que tienen que dedicarse a su entrenamiento y disciplina que es la parte más importante.

Por estas pequeñas o grandes apreciaciones a la vez, es necesario que los padres continuemos apoyando a nuestros hijos para que se dediquen al deporte y sigan las enseñanzas de la vivencia de muchos años que tiene el entrenador Gustavo Dávila quién actualmente dirige a niños y jóvenes en distintas categorías que participan en competencias a nivel departamental y nacional como buenos deportistas que son el futuro y presente de nuestro país, toda una vida de logros y quizá derrotas que sirvió mucho en la formación del carácter y profesión de muchas personas.

Fuente: LA PATRIA
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