Calle Cochabamba, otrora cobijo del antiguo “Guayco” de San Juan

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Amenas conversaciones en su mayor parte casuales, permiten conocer aspectos de nuestra región ignorados por la modernidad y las nuevas generaciones. Una de ellas, aprovechada de los grandes conocimientos de un gran historiador el Dr. Zenobio Calizaya, se pudo conocer un aspecto de una calle olvidada por su esencia colonial pero recuperada en estas conversaciones plasmadas en apuntes sueltos.

Es notorio aún el acceso de las puertas sostenidas sobre gradas elevadas más arriba del nivel de la calle; llamó mucho la atención de los transeúntes que transcurren aún por aquella arteria y cuyos vestigios ya quedan pocos, se explica por la función que cumplía al impedir que el agua en época lluviosa ingrese a los patios de las casas, humedeciendo la base de las propiedades.

Este lugar fue por muchos años, de acuerdo a lo que comentó el Dr. Calizaya objeto de muchos entuertos y conflictos. Las aceras del lado norte abrían sus puertas para comerciantes de coca, productos de los valles y demás enseres además de aprovechar para servirse bebidas destiladas de maíz, lo que ocasionaba reyertas entre los ocasionales residentes. La famosa leyenda de Anselmo Belarmino fue ubicada geográficamente en aquel lugar, a las faldas del muy conocido cerro de Conchupata, y es posible que historias como esa hayan existido destacablemente.

No es extraño que la Morenada Cocani hasta ahora sea convocada en el sector como clara reminiscencia de aquel añejo tiempo de intercambio de productos de su gremio.

Es natural que la población de la Villa colonial y de la ciudad del siglo XIX haya temido acudir a este sector descuidado en ese tiempo y revestido de peligros por considerarse de “periferia”. Sin embargo, la modernidad hizo que este antiguo riachuelo sea cubierto por la calle sellada con el asfalto y sepultando por siempre las historias de entuertos, inundaciones y otros peligros en el barrio de Conchupata y otras porque no decirlo de carácter fantástico plasmadas en leyenda que son parte de la tradición.

En la actualidad, es cobijo de la Súper Feria de los días sábado y miércoles como reminiscencia también a los antiguos tambos resaltando el carácter comercial de la zona como otro espacio olvidado pero muy frecuentado de aquellos Rincones de Mi Tierra.

Fuente: LA PATRIA