Chile celebra que los 33 mineros están en libertad
14 oct 2010
Fuente: Santiago de Chile/Copiapó, 13 (EFE).-
El brigadista Manuel fue el último en salir de la mina a 700 metros
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Todo Chile celebra esta noche (ayer) el desenlace de la mayor operación de salvamento subterráneo de la historia tras el rescate de 33 mineros que durante 70 días sobrevivieron a 700 metros de profundidad.
La llegada a la superficie del último trabajador, el capataz Luis Urzúa, fue el colofón de una operación de salvamento ejecutada de forma impecable por un equipo de técnicos y geólogos que durante 53 días pusieron en marcha tres planes alternativos para llegar hasta el lugar donde se habían refugiado los mineros.
Tras casi 24 horas de trabajo ininterrumpido, la operación de rescate concluyó con los 33 mineros sanos y salvos en la superficie del yacimiento San José y abrazados a sus seres queridos, y con los seis rescatistas que descendieron a la mina para ayudarlos a salir.
Al conocer la noticia, cientos de miles de chilenos se echaron a las calles de las principales ciudades para festejar el desenlace de esta epopeya, mientras repicaban las campanas de las iglesias y sonaban las sirenas de los bomberos.
En Santiago, apenas unos minutos después de que Urzúa saliera de las profundidades de la mina, miles de personas se congregaron en la céntrica Plaza Italia, a la que suelen acudir los capitalinos para celebrar los triunfos políticos y deportivos.
“Mineros supersónicos” y “¡Fuerza, mineros!” eran algunos de los mensajes que podían leerse en las decenas de pancartas desplegadas.
Las celebraciones se extendieron a otras ciudades a lo largo de todo el país, como Linares, Punta Arenas, Talca, La Serena y Osorno, entre otras.
Al igual que sus 32 compañeros, Luis Urzúa fue izado en una cápsula de hierro que en pocos minutos recorrió los 622 metros de distancia entre la superficie y el refugio donde se guarecieron los mineros tras el derrumbe ocurrido el pasado 5 de agosto.
Al comenzar la evacuación, la medianoche del martes, los familiares se congregaron frente a los monitores de televisión instalados en el “campamento Esperanza” para seguir el rescate minuto a minuto. Cada vez que la cápsula “Fénix 2” devolvía a la superficie a uno de los accidentados, estallaban en llanto y gritos de júbilo.
Lo que comenzó siendo otra tragedia en este convulsionado año del bicentenario chileno, a diferencia del terremoto de febrero tuvo un desenlace feliz que el presidente Sebastián Piñera no duda en calificar de “milagro”.
En el “campamento Esperanza”, la ansiedad y la tensión acumuladas por los familiares y amigos de los mineros dieron paso a una explosión de júbilo que contagió al propio Piñera, quien llegó a la mina para supervisar la operación de rescate.
“¡Viva Chile, mierda!”, gritó Piñera antes de invitar a los presentes a entonar el Himno Nacional.
El yacimiento San José probablemente no volverá a operar porque a los problemas financieros y legales que afrontan sus propietarios hay que añadir que Piñera anunció la instalación en ese lugar de un memorial en recuerdo de las víctimas de los accidentes mineros.
El derrumbe ocurrido en este yacimiento de cobre, que tenía más de un siglo de antigüedad y operaba en condiciones precarias, volvió a poner de manifiesto las carencias de un modelo de desarrollo económico basado en la explotación intensiva de los recursos naturales.
Por este motivo, el mandatario advirtió hoy (ayer) que las explotaciones que como la mina San José no cumplan con estándares que garanticen la seguridad de sus trabajadores serán clausuradas.
Tras concluir la operación de rescate, Piñera, con la voz entrecortada por la emoción, aseguró: “Chile no es el mismo país que teníamos hace 69 días, cuando ocurrió el accidente. Hoy es más respetado, más valorado”.
BRIGADISTAS
Los seis rescatistas que descendieron al interior de la mina San José para ayudar a salir a los 33 mineros atrapados regresaron a la superficie “sanos y salvos”.
La cápsula “Fénix 2”, que fue la encargada de izar a los 33 mineros durante casi 24 horas, subió y bajó al doble de velocidad cuando “rescató” a los brigadistas desde el interior del yacimiento San José.
Los rescatistas Manuel Gonzaléz, experto en salvamento de la mina; el Teniente Roberto Ríos, infante de marina, y Patricio Roblero, suboficial de la Armada y experto en rescate, fueron los primeros en descender a la veta en la noche del martes.
Lo hicieron en el interior de la cápsula, para lo que aprovecharon los primeros viajes que ésta realizó al interior para recoger a los tres primeros mineros.
Por su parte, el brigadista de la estatal corporación de Codelco, Jorge Bustamante Ramírez, descendió esta mañana al interior de la veta, alrededor de las 11:00 horas local (14:00 GMT), tras el rescate del minero Carlos Barrios, que llegaba al exterior en decimotercer lugar.
Sus compañeros, el cabo del Grupo de Operaciones Especiales de Carabineros, Patricio Sepúlveda y el bombero, Pedro Rivero hicieron lo mismo pocas horas más tarde.
Pasada la medianoche, los 17 millones de chilenos volvieron a colocar atención en la imagen oficial de televisión, cuando el último rescatista en solitario se subió a la “Fénix 2”.
Manuel González, de la mina El Teniente, que fue el primero en descender al interior del yacimiento, fue esta vez el último en dejar el refugio en el que pernoctaron durante 69 días el grupo de mineros atrapados desde el pasado 5 de agosto.
Arriba le esperaban “sus compañeros de ruta”, el presidente Sebastián Piñera, el ministro de Minería, Laurence Golborne y los profesionales encargados de que la “Fénix 2” culminara con éxito su último viaje.
Fuente: Santiago de Chile/Copiapó, 13 (EFE).-
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