Lunes 04 de octubre de 2010

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Editorial y opiniones
España, su estirpe colonial y su legado genético
04 oct 2010
Fuente: LA PATRIA
Por: Adhemar Ávalos Ortiz
Es un instante determinante, el del debate profundo en Latinoamérica, la tierra que se encuentra todavía esclavizada, de manera sutil, por España, la que sigue colonizando intelectual y económicamente porque los instrumentos de su dominación perversa continúan vigentes en el sentido de que expresiones de ONG´s persisten en el hecho de “decir y hacer lo que ellos consideran correcto”. Pero, existe un tiempo de corte, el que se ancla en la lucha, la liberadora y que se concentró en 1809 cuando Murillo convocó al levante, aunque sin éxito temprano. No obstante, en 1825 el proceso se realizó, pero los españoles siguen decidiendo el decurso de la Patria vía sus organizaciones perversas, las que han definido lo que hoy es Evo y su sobrino llamado Álvaro condenando a los bolivianos al ostracismo pardo.
Existen ideas, o malas intenciones, torpes, puede ser supuestamente inocentes, pero igual perversas, radicadas en el convencimiento de que el colonialismo fue necesariamente malo, aunque tenía motivos históricos para su vigencia, la que se fundamentaba en su idea de la situación de Europa de su época, la etapa cruel, pero inspirada en sus batallas de la edad media, la que confluyó en el moderno capitalismo. España decidió, en parte, nuestro destino, el de la actual Bolivia, pero lo hizo de manera prostituta porque nos legó algo bárbaro que nos acompaña todavía, pero no necesariamente maldito. Solamente Brasil está libre de esa estirpe negativa, pero no tanto. Nos prestaron, los peninsulares, un testamento precioso no solamente depositado en su sangre, sino, principalmente en su idioma y en su cultura. Deberíamos odiarlos en la idea de que nos dieron algo temporal, pero nos entregaron lo mejor de sí mismos, aunque nos despreciaron en su herencia genética, en la que definitivamente nos marca.
Fuente: LA PATRIA