Lunes 04 de octubre de 2010

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Cuando un político del nivel ejecutivo reconoce que la “trampa” es una “táctica militar envolvente” y que la misma sirvió para confundir a los opositores y lograr una medida oficial para habilitar a Evo Morales a una tercera postulación presidencial para el 2014, no cabe duda que las intenciones prorroguistas estaban perfiladas de ese modo desde la gestión del 2008 cuando el Congreso aprobó la Carta Magna y viabilizó un referendo aprobatorio.
A ésta altura de tiempo… cualquier acción de la oposición en sentido de resistir una posible reelección de los candidatos oficiales el 2014 no tendría ningún efecto, pues ya no es necesaria la modificación de la Ley Fundamental y ni siquiera tendría sentido convocar a otro referéndum.
Los políticos se preguntan dónde estuvo la trampa… y la explicación lógica surge cuando la nueva Constitución establece la inaplicabilidad de artículos transitorios, al no haber los actuales gobernantes “cumplir su mandato anterior al último periodo constitucional”.
La Carta Magna establece además que “los mandatos anteriores a la vigencia de ésta Constitución serán tomados en cuenta a los efectos del cómputo de los nuevos periodos de funciones”. Sin embargo, los políticos siempre buscan un escape o un acceso a las normativas para facilitar el cumplimiento de los planes estrictamente políticos o para impedir que éstos sean cumplidos cuando no están en su línea o conducta partidaria, de ahí que un ex senador nacional sobre el tema señala “quienes hacen trampa no siempre lo hacen bien, de ahí que será bueno analizar ese tema de que el anterior periodo cuenta” y en esa situación la táctica militar envolvente puede no surtir efecto.
Fuente: LA PATRIA