Uno de los factores esenciales para la descolonización de la educación en términos intra- interculturales, es que se encuentre determinada por la descentralización y las autonomías de la correspondiente Ley Marco. La nueva organización territorial del país es una de las condiciones para que la diversidad social y cultural del país legisle, ejecute y administre una educación a su imagen y semejanza. La Ley Marco de Autonomía y Descentralización es el recurso legislativo que tiene por objeto distribuir, definir y distribuir las competencias incluyendo todos los factores de desarrollo posibles, y ello naturalmente debe incluir la educación.
Sin embargo, la Ley Marco de Autonomía y Descentralización no ha incluido la educación como parte de sus contenidos. ¿Por qué la educación no fue incluida en dicha Ley, así como salud o vivienda? ¿Qué fuerzas oscuras e intereses coloniales aún se esconden por detrás de la negativa a incluir la educación como parte de la descentralización y de las autonomías? ¿Qué tiene que ver la ausencia de la educación en la Ley de la nueva organización territorial del país con el acuerdo firmado entre el Ministerio de Educación y el magisterio urbano, hace algunas semanas atrás?
La Csutcb hizo llegar por escrito una propuesta para articular la educación como parte de la Ley Marco, a la Comisión Mixta presidida por la Senadora. Gabriela Montaño. Dicha propuesta expresa los requerimientos del bloque educativo indígena, pero también las condiciones de posibilidad para que la educación sea ejecutada y administrada como competencia concurrente de los diferentes niveles autonómicos, a excepción de la autonomía indígena originario campesina, que posee tuición también para decidir qué tipo de educación desarrollar para la reconstitución y fortalecimiento de sus identidades, largamente ignorada y negada por ministros, diputados y senadores que “casualmente” nunca fueron ni son indígenas.
Existe la respuesta de que la relación entre educación y autonomías será objeto de una ley especial, como toda respuesta a cualquier solicitud de incluir la educación en la Ley Marco de Autonomía y Descentralización. ¿Qué es una ley especial? Una ley es especial o específica con respecto a otra que sería aún general. Esto significa que la educación NO puede ser considerada de la misma manera que rubros como salud en la Ley Marco. ¿Por qué la educación no puede ser tratada de igual forma que todos los contenidos que hacen a todos y cada uno de las autonomías? Lo coherente es que la educación fuera cubierta por la Ley Marco, al igual que cualquier otro rubro. Pero no cabe duda que la educación es considerada demasiado “especial”, para que ello no suceda, razón por la cual es preciso otra ley para no subordinarla a la misma decisión de las gobernaciones departamentales, regionales, municipales e indígena originarias.
Lo otro es que tampoco el nivel ejecutivo ofreció los insumos que el caso de la Ley Marco requería para articular la educación en las autonomías. Esa conducta es naturalmente anticonstitucional, pues en esta Ley de leyes la educación sí es parte de las competencias distribuidas por el nivel central del Estado. Pero hay que recordar también uno de los principios de la Ley Marco: la voluntariedad. “Las naciones y pueblos indígena originario campesinos y las ciudadanas y ciudadanos de las entidades territoriales, ejercen libre y voluntariamente el derecho a acceder a la autonomía de acuerdo a lo establecido en la Constitución Política del Estado y la Ley”. Está por demás decir que estamos ante un principio que tiene carácter integral, en el sentido de que no se puede tener voluntad de autonomía y “descentralización únicamente para todos los rubros menos para la educación, especialmente en lo que concierne al derecho de la diversidad cultural indígena.
“No postergues para la Ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez lo que debe ser legislado en la Ley Marco de Autonomías y Descentralización” podría ser el refrán. ¿Por qué? La futura Ley de Educación no tendrá por objeto distribuir competencias en el plano de la educación ni mucho menos. Su horizonte es plantear de políticas educativas para ejercer la descolonización a través del Sistema Educativo Plurinacional. ¿En qué situación nos deja esta sospecha? Ante el grave panorama de unas autonomías y descentralizaciones sin ningún derecho para planificar, ejecutar y administrar la educación de acuerdo a las particularidades de cada contexto.
La colonización continúa. La prueba de ello son las autonomías, pero sin educación.
(*) Distrito Santiago de Huari
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