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Domingo 03 de octubre de 2010

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Revista Dominical

En el 83 aniversario de su nacimiento:

Esbozo de Ramiro Condarco Morales

03 oct 2010

Fuente: LA PATRIA

Por: Ramiro Duchén Condarco - Periodista e Investigador - ramiro.duchen@gmail.com

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El Dr. D. Ramiro Condarco Morales, sin temor a equivocarnos, fue una de las figuras más esclarecidas de la cultura boliviana durante la segunda mitad de la pasada centuria.

Su influencia abarca diversos campos del saber, con particular énfasis en la historia, la biografía, la cartografía, la antropología, la sociología y la arqueología, formación que en conjunto coloca a RCM en la categoría de un humanista, tal vez de los últimos que ostentó Bolivia en la segunda mitad de la pasada centuria; sin embargo, además de los mencionados ámbitos, fue un poeta de excepcional sensibilidad e innata habilidad en el manejo del lenguaje y las técnicas que exigen el cultivo de la poesía en su más pura y bella expresión, pero por esos azares del destino, o, quizás más propiamente por la limitación mental que ostentan algunos de nuestros intelectuales, su labor en este campo, fue poco menos que ignorada.

La producción intelectual de RCM fue fruto de una sólida formación iniciada en la casa paterna con la sabia orientación de su progenitor, ampliada posteriormente en las aulas universitarias, específicamente en la rama del derecho, y consolidada en la soledad de su gabinete de estudio, donde se formó autodidácticamente en disciplinas como las mencionadas en párrafo anterior, haciendo gala en toda su obra de una pulcra aplicación del método científico con todo su rigor, apoyado en una exhaustiva documentación de cuanto asunto investigó.

Los pasos iniciales de RCM como escritor fueron dados en el campo de la poesía. Sus primeros versos fueron escritos a sus trece años, de tal modo que a los dieciséis años era un poeta de gran sensibilidad que escribía con inusitada soltura y dominaba con propiedad la técnica del soneto y en general la de la versificación española, habiéndose laureado cuando apenas contaba con 18 años, pero con más de un lustro de estudio en este ámbito literario. Es ilustrativo, sobre este particular, leer las siguientes palabras de uno de los mayores críticos y escritores que tuvo Bolivia, don Augusto Guzmán:

“A los veinte años –dice– ingresó al escenario de las letras bolivianas con poemas reissignianos (1) de la primera mocedad, afirmando con su acento, preciso y cristalino, un naciente y firme prestigio de poeta. Cantar del trópico y la pampa aparece dos años después de que el joven bardo conquistara la Flor Natural, la banda del Gay Saber y la Kantuta de Oro en los juegos florales de 1946, celebrados en Oruro. Era, pues, un poeta definido y consagrado en los años verdes del bachillerato en humanidades./ No hay composiciones desechables en este libro; en todas ellas encontramos un soplo agraciador de un lirismo joven y despierto…” De Zedar de los espacios, el propio crítico sostiene que “…por su despliegue sinfónico y su elevación poética es fácilmente comparable con La Prometheida o las Oceánides de Tamayo, sólo que la obra de Condarco nos lleva más lejos de Grecia, nos lleva a otros mundos de aspiración y ensueño, donde la pluralidad de los sucesos es tan asombrosa como deleitable…” En este campo de producción intelectual también dio a estampa Mares de duna y ventisquero (1948) y Madre Alba y poemas lineales más un bouquet de luz para Yulena (1989)…, y una significativa cantidad de poemas dispersos en la prensa de su época, particularmente de Oruro y La Paz, y también en publicaciones periódicas de Montevideo y Buenos Aires, entre otras.

Sin dejar de cultivar la poesía, su obra más voluminosa se concentró en la investigación en las áreas mencionadas precedentemente.

Cuando la ciudad de La Paz –en la cual RCM desarrolló la mayor parte de su proficua labor y amplia producción científica – celebraba el bicentenario de la gesta libertaria del 16 de julio de 1809, este hombre de letras exhalaba su postrer suspiro y cerraba los ojos para descansar eternamente junto al Creador, dejando tras de sí una imborrable impronta en las letras nacionales.

Fue la suya una existencia casi exclusivamente consagrada al cultivo de las letras y desarrollo de la investigación, fruto de lo cual estructuró una maciza obra cuya relación intenta mostrar el presente recuento bibliográfico.

RCM nació en Oruro el 27 de octubre de 1927 en el seno de una familia tradicionalmente dedicada al ejercicio de las ciencias, las letras y las artes en sus más diversas manifestaciones. Hijo de Lisandro Condarco Sierra y Martha Guadalupe Morales Porres, fue el menor de seis hermanos.

Su extensa creación espiritual se halla, por un lado, sólidamente estructurada en 24 volúmenes publicados y en más de una centena y media de títulos dispersos en la prensa nacional, y por otro –en un corpus menor–, su producción inédita, aunque, parte de ella, fue conocida en algunas conferencias dictadas en el exterior del país y en publicaciones parciales de la prensa boliviana.

Si bien es cierto que su obra más conocida y exitosa es Zárate, el “temible” Willka, Protohistoria andina es, a su vez, un formidable trabajo que muestra el dominio de la metodología de investigación adquirido por RCM en su formación autodidacta. “Es –como ha dicho Valentín Abecia Baldivieso– un libro de análisis del conocimiento, de las condiciones objetivas y subjetivas, el método, las escuelas, y el estudio del conocimiento histórico, las fuentes y la crítica. En suma, una propedéutica del conocimiento histórico”. (2) “Este libro –dice por lo mismo el mexicano Alfonso Villa Rojas– sinceramente lo recomiendo con vehemencia; es una auténtica enciclopedia…” (3)

El escenario andino y el hombre, por su parte, trasluce la capacidad investigativa y habilidad creadora del autor para recrear las relaciones eco-simbióticas interzonales de las culturas andinas, y plantear una teoría que simultáneamente –aunque de manera independiente– fue también trabajada por John V. Murra en EE.UU.; ambas teorías –muy similares– son fundamentales para entender la realidad geofísica de la vasta región andina y su influencia sobre los distintos pisos ecológicos y la economía de la región.

Grandeza y Soledad de Moreno y Aniceto Arce, artífice de la extensión de la revolución industrial en Bolivia, monumentales biografías de dos eminentes personajes bolivianos, son también muestras de la erudición y el rigor científico que distinguen los trabajos de RCM; obras a las que acompaña el opúsculo Rigoberto Paredes, historiador y etnógrafo, que es una muy bien lograda síntesis biográfica de ese preclaro personaje paceño.

Los Atlas históricos de América y Bolivia, representan otra faceta de RCM: La de cartógrafo, que reconstruyó en estas obras el pasado de América y de Bolivia en sendos mapas trabajados meticulosamente en su gabinete. Desde el origen del hombre en América, la localización de las diferentes culturas nativas, las rutas de los viajes de Cristóbal Colón a América, el territorio de la Audiencia de Charcas, hasta el desplazamiento de las fuerzas bolivianas en las distintas guerras con sus vecinos, son meticulosamente ubicadas en los mapas como resultado de las investigaciones del estudioso. No obstante, la crítica fue particularmente negativa a estos originales aportes bibliográficos de RCM, habiéndose cuestionado la validez de ciertos mapas, pero sin presentar argumentos serios… Sólo criticar por criticar, tratar de destruir por destruir y esconder complejos de inferioridad tras una endeble máscara de una aparente superioridad intelectual. Sin embargo de ello, un representante de un Servicio Cartográfico de Estados Unidos, avaló la autenticidad y prolijidad de los mapas, y en general, el trabajo y conocimiento cartográficos de RCM, calificándolo de “un alto grado de organización y pensamiento”.

Orígenes de la nación boliviana plantea la tesis de que nuestra nación no es otra cosa que la suma de las diversas nacionalidades existentes en el territorio actualmente ocupado por Bolivia, bajo el deseo de querer ser de sí mismos.

La revolución del pan en Bolivia, en cambio, es un estudio sobre el problema del hambre y cómo encararlo en nuestro país.

Franz Tamayo, el pensador, recopila los artículos de RCM divulgados a través de la prensa paceña sobre este prócer boliviano; Temas de antropología y arqueología obra dedicada a los alumnos de la primera promoción de la carrera de antropología de “la Universidad de San Agustín, cuyas filas adoptaron el patronato espiritual del autor de este libro”, es un texto que da pautas importantes de las disciplinas anotadas en el epígrafe para el estudio universitario; los diccionarios de insultos y filosófico del buen humor, muestran otra faceta del polígrafo orureño: la del cultor de un fino sentido del humor.

La historia del ilustre colegio de abogados de La Paz, última obra publicada por Condarco Morales reproduce, como su título lo indica, los fastos de esta ilustre corporación paceña, destacando la figura de sus prohombres.

RCM fue un impetuoso hombre de letras, de un fuerte temperamento, y espíritu polemista, muestra de lo cual son varias confrontaciones escritas que sostuvo con otros baluartes como Juan Siles Guevara, Alfredo Medrano, Fernando Cajías, Edgar Oblitas Fernández, Carlos Ponce Sanginés, y otros. Defendía sus ideas y escritos con vigor y profundos conocimientos sobre los temas tratados, lo que dificultaba polemizar con RCM y salir airoso.

Sus polémicas fueron –por lo mismo– numerosas y en ellas concibió piezas que pueden ser consideradas como modelos en su género, tanto por sus profundos conocimientos de los temas abordados, cuanto por la presentación y estilo de aquéllas. (4) Algunas de ellas nos hacen recordar inequívocamente a Franz Tamayo controversista, a cuya pluma debemos magistrales y demoledoras piezas como “Para siempre” y “Crónica de los tiempos de Maricastaña”, verbigracia.

Si bien es cierto que en el ocaso de la proficua existencia de RCM, el intenso trabajo intelectual desarrollado en su vida recibió reconocimientos, otorgándosele las más importantes condecoraciones del Estado, en cambio, otros aportes, al calor de las bajas pasiones, rencores y desmesurados y malsanos afanes de figuración, ajenos a su persona, pero tan propios del género humano, confinaron a los ófricos y atestados anaqueles del olvido, importantes contribuciones suyas que todavía esperan salir a luz pública.

Para elaborar nuestro trabajo, recopilamos las publicaciones dispersas en las páginas de la prensa y las que extrajimos del archivo particular de RCM –que parcialmente obra en nuestro poder– y del que personalmente compilamos a lo largo de los años transcurridos, en el marco de un seguimiento cotidiano a la producción intelectual del emitente investigador, esencialmente en los medios locales y nacionales.

No se trata, empero, de una bibliografía definitiva ni exhaustiva de la obra de RCM –ni pretende serlo– sino que es una primera aproximación, que, creemos, sin embargo, tiene la virtud de mostrar, en su real dimensión, la sólida obra que nos legó este ilustre pensador e incansable investigador orureño.

Hemos dividido el resultado de nuestra investigación bibliográfica en dos partes: la primera muestra, en riguroso orden cronológico, la producción intelectual de RCM a la que tuvimos acceso; y la segunda, manteniendo el mismo ordenamiento, recoge buena cantidad de las publicaciones referidas a RCM. A lo anterior hemos añadido una breve colección de fotografías que forman parte de nuestro archivo familiar que completan el trabajo.

Al esbozar esta bibliografía, pretendemos presentar al público lector y a los estudiosos de las áreas sociales, en general, una fuente de consulta para conocer con mayor profundidad la obra y pensamiento de este ilustrado hombre de ciencia, como también rendir un homenaje a su memoria y dejar escrito el testimonio de nuestra gratitud personal por las imborrables enseñanzas recibidas durante los 35 años que compartimos las venturas y sinsabores de la cotidianidad.

Por ahora, la mejor manera que consideramos de hacerlo, ha sido la de bosquejar un recuento preliminar de su contribución a las letras bolivianas. Más adelante intentaremos la reproducción completa de sus obras, o al menos una selección de las más representativas…

Santa Cruz de la Sierra, primavera de 2010

(1) Se refiere al poeta modernista uruguayo Julio Herrera y Reissig (1875-1910), una de las grandes figuras del modernismo hispanoamericano.

(2) Valentín Abecia Baldivieso. Historiografía boliviana. La Paz, Librería Editorial Juventud, 1973, p. 529.

(3) Alfonso Villa Rojas. "Antropología y vida moderna". Cultura Boliviana No 32, (Or.Nov.1968): 20-21.

(4) Cf., v.g. "Sobre cierto enjuiciamiento crítico". Presencia literaria (LP.10.Sep.1972): 1.

Fuente: LA PATRIA
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