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Sábado 02 de octubre de 2010

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Revista Tu Espacio

Semblanza

Santiago Blanco, una muestra de que “Querer es poder”

02 oct 2010

Fuente: LA PATRIA

Por: Patricia Barriga Flores

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Dentro de la gama de artistas que me tocó entrevistar, hoy les presento a Santiago Blanco Cruz, una persona no vidente, con un gran espíritu de lucha.

Es un hombre que ha explotado sus capacidades, pues además de escribir, es ajedrecista, compositor, abogado y otros.

En ese ámbito es que hizo realidad un poemario “Pinceladas” con la convicción de que “no sólo se debe hablar, sino se debe actuar”.

¿Cómo nace su inquietud por la escritura?

Desde mi época colegial escribía cuentos en la materia de Literatura, tenía una colección de 10 a 12 cuentos me parece, y que hace bastantes años, viendo que tenía muchos papeles acumulados, un día decidí deshacerme de ellos y los puse en la hoguera, pero olvidé que entre esa montonera tenía colección de cuentos en braille y los perdí.

Pero siempre estaba latente el pensamiento de querer escribir y tenía entusiasmo, hasta que hace algo más de un año, vuelvo a tomar ese interés con mayor fuerza y entusiasmo gracias a algunas circunstancias que a uno le ocurren en la vida, y entonces decidí plasmarlas en una realidad y primero en una pequeña obra, que es un texto de poesías “Pinceladas”.

¿Por qué Pinceladas?

Porque no son muchas, entonces como dicen los pintores unas pequeñas pinceladas, y nada más para que se pueda trasuntar en realidad lo que pensamos y sentimos porque al escribir pienso que hay que sentir y vivir.

En el texto agradezco primero a Dios porque me regala esta posibilidad de pensar y plasmar lo que siento en una realidad, que otros puedan ver, también a mis hijos quienes me alientan en mis propósitos.

¿Qué lo impulsa?

Esto es un talento que lo tuve gracias a Dios, que tal vez me quitó la visión, pero me regaló otras capacidades, que me hacen vivir.

También tuvieron mucho que ver maestros. Creo que ahí comenzó mi esmero, no tenemos lamentablemente en Bolivia muchos libros en braille para poder leer, siempre he leído sobre la realidad española, uruguaya o argentina, y algunas veces textos mexicanos y estos textos traían bastantes cuentos, fábulas, poesías y otros, que fueron puliendo esta mi inclinación por escribir.

¿Cómo ha sido su vida?

Después de perder la vista, me fui a un centro en la ciudad de La Paz para niños y adolescentes de Fe y Alegría, y ahí me eduqué todo básico y parte de intermedio, hoy primaria, y cuando estaba cursando tercero medio regresé a Oruro, ya mi madre había muerto, pero regreso al lado de mis hermanos menores, y reconstruyo mi familia. Concluí mis estudios en el Colegio Sebastián Pagador y luego ingresé a la Universidad Técnica de Oruro, entonces durante 5 años hice la carrera de Derecho, y luego de muchos años con esfuerzo logré mi título.

Al margen estuve trabajando como profesor técnico en braille en la Escuela de No videntes, cerca de 11 años. Y luego, una vez obtenido el título en abogacía conseguí una promoción laboral, entonces desde ese momento pasé a ser de la planta de trabajadores del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges), donde actualmente trabajo y tengo ya más de 20 años de servicio.

Hago también composiciones que hasta ahora no las he lanzado, sólo he grabado un Cd de prueba con mis hijos porque ellos tocan también, pero ha habido un grupo que se ha interesado por uno de mis temas “Dulce ilusión” que he regalado a la cullaguada Oruro, a uno de los directivos.

¿Cómo ha logrado realizar sus diversas actividades?

Considero que una persona con discapacidad, debe desarrollar al máximo sus demás capacidades para mostrarse a la sociedad, no para tener preferencias sino para ganarse un espacio con verdadero mérito, que no nos den el sitio por lástima sino porque nos corresponde, por nuestras habilidades.

¿Qué lo inspira?

Primero que cuando uno tiene pensado algo que ofrecer hay que pasar al hecho, porque podemos soñar y soñar, pero si no pasamos a la realidad no se consigue nada, entonces el hombre que sueña tiene que realizarlo para que los demás conozcan su obra.

Mis poemas son de un estilo romántico, tal vez más para los jóvenes porque siempre hay una etapa en la vida y la juventud, en la que el hombre quiere dedicar o finalmente escribe porque está pasando un momento de nostalgia o de alegría también, o finalmente algo que agradecer, como en mi primer poema que dice Mi Señor, en el que agradezco, o en el otro que dice “Clamando más pan”, que es una interpelación a la sociedad.

¿Cuáles son sus proyecciones?

Estoy escribiendo un teatro con mucha calma. Me animé a hacer esto porque también hace años he tenido un maestro de teatro, Alfredo Rivera quien me dio la posibilidad de ponerme frente al público, a pesar de no ver, para interpretar personajes, además es el que me ha enseñado ajedrez y otras tantas cosas.

Fuente: LA PATRIA
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