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Sábado 02 de octubre de 2010

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Revista Tu Espacio

EDITORIAL

02 oct 2010

Fuente: LA PATRIA

Estamos próximos a celebrar el Bicentenario del Levantamiento del 6 de Octubre de 1810, fecha histórica a la que recién hace algunos años se le dio relevancia, pese a que en la ciudad de Oruro, existe una importante Avenida, por no decir la más concurrida, denominada 6 de Octubre.

Para muchos aún es confusa la historia sobre esta fecha, que forma parte de una serie de levantamientos “libertarios”, que dieron inicio a la independencia de Bolivia.

Sin embargo, a 200 años de ese movimiento independentista, ¿cómo estamos los orureños?, ¿cómo estamos celebrando nuestro Bicentenario?, pero ¿cuánto hicimos cada uno para celebrarlo como se merece?

Considero que cada fecha cívica, debe merecer un autoanálisis y una autocrítica personal, para darnos cuenta de nuestro aporte al desarrollo de la ciudad y del departamento como tal, y claro por ende de Bolivia.

No es necesario ser autoridad para poder hacer obras que primero nos llenen de satisfacción personal, y que sirvan a la sociedad.

Desde cada uno de los roles que desempeñan los profesionales, transportistas, comerciantes, amas de casa, empresarios, trabajadoras del hogar, y otros, se puede conseguir desarrollo y progreso, siempre y cuando lo que emprendamos lo hagamos con responsabilidad, esfuerzo, sacrificio y sobre todo amor.

Que ese espíritu luchador por mejores días y mejor calidad de vida, que caracteriza a los orureños no desaparezca, y que cada día, minuto a minuto se construya el departamento que soñamos. ¡Felicidades en su bicentenario orureños!

Precisamente hoy El Alquimista nos habla sobre los muchos peldaños que debemos subir, para llegar a nuestros objetivos y por supuesto triunfantes hasta el Trono del Padre Celestial.

“Muchos son los peldaños que tenéis que trepar para poder llegar triunfantes hasta el Trono del Padre Celestial. Que os sirva de consuelo el hecho de que vuestra victoria está asegurada si trepáis con fe. Los peldaños siguientes están marcados con las excelsas virtudes humanas, que, entre muchas otras, debéis adquirir para tener franco paso al Trono del Altísimo. La fraternidad es una de estas virtudes; otra es el servicio desinteresado, la perseverancia, la honradez, la rectitud, la devoción, la oración, la fe, el amor, la pureza sexual, que es la castidad y ante todo la humildad, la más grande de todas las virtudes humanas”.

Además de los consejos para reflexionar Tu espacio te trae consejos de salud, belleza, arquitectura, notas interesantes, diversión y entretenimiento.

Patricia Barriga Flores

EDITORA

Fuente: LA PATRIA
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