La basura y sus conceptos elementales

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Generalmente se piensa que la basura es algo que ya no sirve para nada, un producto humano destinado a ser desechado por completo, a ser botado, tirado o lanzado a cualquier lugar, lo más lejos posible de nuestra vista, sin importar que afecte a la naturaleza o a otros seres humanos que puedan cruzarse con ella. Lo evidente es que en el proceso de satisfacción de sus necesidades, los seres humanos generan basura o residuos sólidos que salen del ciclo de la economía, en donde se suceden los procesos de organización, producción, distribución, cambio y consumo de bienes materiales. Sin embargo, estos residuos tienen componentes que aún pueden ser útiles en la producción de mercancías, o sea que pueden ser reincorporados al ciclo económico. En síntesis, la basura es un producto de la actividad humana, en el proceso de satisfacción de necesidades básicas o suntuarias, que posee componentes en condición de ser reincorporados, previo tratamiento, al ciclo de la economía en su fase productiva, y componentes completamente desechables.

Por su grado de descomposición, la basura se divide en putrecible (orgánica) y no putrecible (generalmente inorgánica pero también orgánica). La putrecible es aquella que se descompone en presencia del aire con relativa facilidad: restos de comida, cáscaras de frutas y vegetales, restos de plantas, excrementos y cadáveres de animales, cuyo origen es vegetal y animal. La no putrecible tarda mucho tiempo en descomponerse totalmente en condiciones normales (plásticos, goma, metales, vidrio y otros).

Por su origen, la basura es: doméstica y domiciliaria (producto de las actividades cotidianas en el hogar), comercial (generada en tiendas, mercados, almacenes, pensiones, restaurantes, hoteles, etc.), institucional (generada en oficinas, escuelas, iglesias y todo tipo de instituciones), industrial (la producida en las industrias, incluyendo núcleos artesanales), agrícola-ganadera (resultado de las actividades productivas en el campo), de servicios municipales (restos de jardines y árboles, lodos de limpieza de sumideros, materiales de arrastre y otros), de construcciones y demoliciones, de recintos hospitalarios, etc.

Por su disposición final, la basura se divide en común y especial. La común es la que se entierra en celdas comunes de rellenos sanitarios sin mayores medidas de seguridad aparte de las normales (que no requiere mayores precauciones por su grado de peligrosidad). La especial es la que requiere ser enterrada en celdas especiales de seguridad de concreto (residuos peligrosos) o para el relleno de huecos u hondonadas (escombros o áridos desechados).

Por su grado de peligrosidad, la basura es peligrosa y no peligrosa. La peligrosa puede causar graves problemas de salud a las personas por sus efectos dañinos, ya que puede ser corrosiva, volátil, cancerígena, radioactiva, infecciosa, etc.

Fuente: LA PATRIA