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Domingo 26 de septiembre de 2010

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Revista Dominical

No hay un espíritu de conservación

Oruro en las alturas

26 sep 2010

Fuente: LA PATRIA

La ciudad perdió entre 350 a 470 inmuebles, entre edificios, casas e iglesias desde 1800 a la fecha • Por: Dehymar J. Antezana A. - Periodista

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En los últimos años el orureño se acostumbró a ver sólo hacia abajo y no hacia arriba, y, quizás por esa situación no tenemos la fuerza de voluntad para crecer y ser lo que éramos en otrora, una ciudad pujante y con gente que realmente le gustaba trabajar por su región.

A qué nos referimos, cuando usted camina por la calle siempre mira hacia abajo o de frente, para evadir los obstáculos que se puedan presentar en el camino, como los vehículos, comerciantes informales, niños, canes o aceras que no tuvieron la suerte de ser cambiadas.

Pero, si por un instante al caminar mira hacia arriba, realmente se sorprendería de la diversidad de riqueza arquitectónica que tiene el centro histórico de la ciudad de Oruro.

Balconería impresionante, tallados, medallones, cornisas y otros, que no son valorados y que por el paso del tiempo aquellas casonas viejas o casas con balcones están desapareciendo de a poco, sin que autoridad alguna haga algo al respecto.

Cuando estamos a pocos días de celebrar los 200 años de la Revolución del 6 de Octubre de 1810, queremos darle una mirada a esa arquitectura.

Pero al verla, da bronca cómo los orureños no hemos tenido la capacidad de conservar tan lindos patrimonios y que hoy en día son pocos los que se conservan debido al cambio arquitectónico que vive la ciudad.

En su momento, se pudo conservar la arquitectura para convertir el centro histórico de Oruro en un atractivo turístico, pero no es tarde, porque ese trabajo se lo puede hacer, siempre y cuando exista la voluntad de las autoridades, además que debe constituirse en un desafío en este Bicentenario.

Mucho nos quejamos de que Oruro no tiene lugares para distraerse, pero por qué no aprovechar un fin de semana, para dar una vuelta por el centro de la ciudad, le aseguramos que le faltará tiempo para observar toda la arquitectura republicana que aún nos queda.

ARQUITECTURA

Para entender la arquitectura que tenemos, consultamos sobre este tema y hace un tiempo atrás al ex director de Patrimonio y Turismo del Gobierno Municipal de Oruro, Carlos Delgado, quien manifestó que la ciudad, dentro de su proceso de formación histórica ha asimilado muy poco de la arquitectura colonial, porque a la fecha sólo están vigentes la portada de la Catedral en el Santuario del Socavón y la portada de las Hermanas Cruzadas en las calles Soria Galvarro entre Murguía y Sucre.

Por el contrario la arquitectura predominante en el centro de la ciudad es la republicana, que tiene influencia renacentista, renacentista francés y ecléctica, es decir, es una mezcla del renacentismo y el modernismo argumentada por el “art nouveau”, uno de esos ejemplos es la arquitectura que muestra la casa Schmidt, situada en las calles Adolfo Mier esquina Soria Galvarro o el edificio del Banco Mercantil, Adolfo Mier y Presidente Montes.

Dentro de la arquitectura renacentista con influencia francesa, están los edificios que construyó Simón I. Patiño en las calles Soria Galvarro y Ayacucho; el edificio del Palais Concert, Bolívar entre Presidente Montes y La Plata, que a la fecha se constituye en una joya de la arquitectura pública. Oruro fue la primera ciudad con una imagen de desarrollo urbano hasta la década del 30.

Por otro lado, los detalles arquitectónicos que se observan en las casas y edificios de antaño que aún están de pie son de estilo renacentista, por el uso de los balcones, una mezcla entre carpintería de madera y trabajos metálicos con fierro forjado.

La otra es la ornamentación en frisos, balaustres, cornisas y metopas que coronan la parte superior y, un tratamiento de las canaletas y bajantes de esos edificios.

Por otro lado, tienen elementos decorativos como las pilastras o columnas adosadas a los muros y que coronan las ventanas, también están las jambas o solaperos que le dan una imagen importante a las ventanas y puertas de algunos edificios.

Asimismo, en la parte superior existen medallones de coronamiento con mucha significación, en algunos casos con escudos de la familia, que fueron una copia en la influencia española.

Otro de los edificios que llama la atención por su estilo republicano es la sede de la Federación de los Trabajadores Fabriles de Oruro (FTFO), que está situada en las calles Ayacucho y Cochabamba. Este inmueble presenta en la planta baja, una modulación importante entre ventanas y puertas con balconerías; en la parte superior se divisa todo un arte y una propuesta de los enfarolados.

La ciudad de Oruro siempre se caracterizó por tener un clima frío y seguramente, las personas que construyeron esas edificaciones lo hicieron con enfarolados y balcones, con la finalidad de concentrar el calor en las habitaciones de las casas.

Fue un tratamiento perimetral al edificio, ahí podemos encontrar interesantes balaustradas y coronamientos con jarrones que le dan una característica importante de apropiación europea en la ciudad de Oruro.

EDIFICIOS Y CASAS

La anterior gestión municipal hizo una valoración de la cantidad de edificios de valor monumental, artístico e histórico que tenía la ciudad de Oruro y de acuerdo a su registró se llegó a anotar 350 aproximadamente. Aunque existen otros datos que contemplan 470 inmuebles.

Uno de los factores preponderantes para que no se pierda todo aquel legado arquitectónico, es que el orureño, nunca tuvo un sentimiento de propiedad.

Según Delgado: “No sentimos que es nuestro. Oruro es una ciudad de paso y esto ha hecho que al orureño no le interese su ciudad, entonces viene acá, hace su fortuna y esa fortuna la invierte en otros lugares. Una ciudad de paso no puede ser perdurable en la imagen colectiva, si esa imagen colectiva se hubiese mantenido”.

Otro detalle, es que las autoridades de turno nunca se preocuparon por la conservación de los edificios históricos y otro ejemplo claro de lo que afirmamos es la destrucción del Teatro Municipal que estaba situado en la acera sudoeste de las calles Ayacucho y La Plata, o el Palacio Consistorial que estaba en las calles La Plata entre Adolfo Mier y Bolívar, hoy en día sólo queda un vestigio de ese edificio, como es la parte de un pilar que está en el Pasaje Guachalla y Panamericano, y otros edificios que dieron una imagen valorativa a la ciudad.

Cabe mencionar que otros de los aspectos para la no conservación de esos monumentos históricos son el desconocimiento y la falta de sentimiento de cuidar lo nuestro, motivo también que ha hecho que la ciudad se vaya deteriorando.

La nueva generación y la gente que vino del interior, al desconocer, ha dado lugar a la destrucción, es un proceso reflexivo para recuperar lo que hemos tenido y conservar lo que tenemos.

No por el concepto de modernidad se debe destruir la ciudad, ya que según Delgado el concepto de modernidad y de histórico, deben permanecer para conservar la tradición y la cultura, fundamentalmente la imagen de la ciudad, como significado citadino.

Se planteó hace algunos años una política de trabajo institucional para generar conciencia de lo propio, lo histórico, lo auténtico y lo nuestro.

Sin embargo, esa tarea se quedó en la nada, debido a que fueron atendidos con prioridad otros problemas, principalmente de orden político o de interés de grupo, pero ya no se pensó más en una protección, por lo menos del centro histórico de la ciudad.

Lamentablemente, lo moderno está matando a lo histórico referidos siempre a la arquitectura de la ciudad, situación que ocurre desde 1919, cuando nació el plan de Oruro Moderno, de la avenida Sargento Flores hacia el Norte.

Delgado afirmó que esa influencia fue para que se pierda poco a poco los valores históricos.

“Lo que no entendemos es cómo vivir entre modernidad y la parte histórica, otras ciudades han superado esto, el caso de Sucre, Potosí. No quiere decir negar la modernidad, sino aprender a vivir entre lo pasado y lo actual, debe ser un reto fundamental para conservar nuestra historia”, indicó.

EDIFICIOS

A continuación, les ofrecemos una lista de los edificios, casas e iglesias, que los orureños perdimos a consecuencia de una falta de compromiso con su tierra:

La Torre de la Iglesia de las Misiones (1800) situado en las calles Bolívar y Pdte. Montes; La Fortaleza (1800), actualmente Mercado Campero y la Aduana.

La Iglesia de Copacabana (1800) ubicada cerca de la Ranchería; El Palacio Consistorial (1942) calles Bolívar y Soria Galvarro; Hotel Unión (1930) Bolívar y La Plata; el Teatro Municipal destruido en 1968 Ayacucho y La Plata.

También se destruyó el Palacio de Justicia ex Caja Real (1965) La Plata y Ayacucho; la fachada del Hospital San Juan de Dios (1960); La Catedral o Iglesia de la Compañía (1970); la Iglesia San Juan de Dios (1970) Junín entre Washington y Presidentes Montes; el Asilo de Ancianos (1972) 6 de Octubre y Lira; graderías del Oruro Royal (1970); el Consulado Chileno (1990) Washington entre Adolfo Mier y Junín; Hotel Edén (1998).

La fachada del antiguo edificio de Socorros Mutuos (1920), La Iglesia Nazareno (1940); el Mirador de Ríos (1950) Bolívar y Washington; el atrio de San Francisco (1920); la torre de San Francisco (1970); la fachada del edificio de Los Sebastián (1960) Soria Galvarro y Bolívar; el edificio Castellana (1950) La Plata Bolívar y Adolfo Mier; Hotel Quintanal (1960) Presidente Montes y Bolívar.

Fuente: LA PATRIA
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