La vocación del Santuario de la Virgen del Socavón

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Al cumplir los Siervos de María 60 años de servicio en el Santuario del Socavón, la actitud más espontánea podría ser la de pensar en un balance de lo que se ha hecho, a partir de lo más visible, la ampliación y remodelación del Santuario mismo.

Pero otra pregunta, sin duda más exigente y provocadora, tendría que estar dirigida al futuro: ¿Qué queremos hacer en los próximos años?

Por supuesto, vamos a seguir mejorando artísticamente el Santuario, de manera que el peregrino que visita a la Virgen se sienta bien acogido, y sea iluminado por una catequesis visual, así que todos los detalles del templo vayan hablando a su corazón. Este es el sentido de las cosas que hemos hecho, y de las cosas que haremos, en plena armonía con el servicio de oración y evangelización que realizamos. Teniendo bien presente que el verdadero templo de Dios es el ser humano, y el culto que le agrada a Dios es nuestra vida.

Pero la pregunta más inquietante, más allá de las actividades que se puedan proyectar, es: ¿Hacia dónde va el Santuario del Socavón? ¿Cuál es su verdadera vocación?

No se puede pensar en un futuro, sin raíces históricas. Desde el principio el Santuario ha sido lugar de encuentro de distintas creencias y espiritualidades. También en los momentos en que parecía imponerse una cultura y una práctica religiosa, los pueblos originarios han sabido usar los símbolos dominantes para vehicular sus tradiciones ancestrales. La Virgen del Socavón, la Ñusta, la Pachamama en el imaginario popular no siempre han tenido diferencias bien definidas. La luna bajo los pies de la Virgen, y los rayos del sol alrededor de su cabeza han sido leídos con diferentes significados desde las culturas de los Urus, de los Incas y de los españoles. El fastuoso Carnaval de Oruro es una gran manifestación de la integración de culturas: es al mismo tiempo reivindicación de tradiciones andinas y expresión de fe y devoción cristianas. En una tradición de los Chipayas, se recuerda la lucha entre los Diablos y el Arcángel San Miguel. Vencidos por el Arcángel en Copacabana, los Diablos se refugian en el subsuelo y recorren el Altiplano, hasta llegar a Oruro, al Santuario de la Virgen del Socavón, donde son agarrados, bautizados y soltados. Diablos (andinos) bautizados y libres. Tal vez esta imagen nos permite pensar en la vocación más original del Santuario del Socavón. En ningún lugar de Bolivia es tan evidente y tan necesario el encuentro de las tradiciones andinas y la espiritualidad cristiana.

En su carta a los Siervos de María de Oruro, con motivo de sus 60 años de servicio en el Santuario del Socavón, el Prior general de la Orden, P. Ángel Ruiz Garnica, escribe: “En nuestra realidad concreta de Oruro, sabemos bien que una de las prioridades de la misión del Santuario de la Virgen del Socavón es el diálogo intercultural e interreligioso. Este objetivo nos invita constantemente a comprometernos en una acción que sepa valorar la riqueza de las tradiciones andinas que se encuentran con el mensaje cristiano. El Santuario es por antonomasia un lugar de encuentro, un punto de convergencia, un lugar de cultura que hace posible la comunión entre la gente que peregrina buscando a Dios y buscando la protección y el cariño inmenso y misericordioso de María”.

En la misma carta, el Prior general explica: “El servicio que nosotros, los Siervos de María prestamos en este Santuario es un servicio que responde a nuestra vocación. Desde nuestros orígenes, hace 777 años, para servir al Señor y a los hermanos, los Siervos de María nos hemos dedicado a la Madre de Dios, la bendita del Altísimo, procurando siempre comprender el significado que tiene la Virgen María para el mundo contemporáneo. Nos esforzamos, también, para que María, mujer humilde y pobre, sea para todos un signo de unidad que nos permita comprender y aliviar los sufrimientos humanos”.

Iluminados por la Palabra de Dios, que en el Santuario de la Virgen del Socavón queremos cuidar con particular profundidad y devoción, intentaremos caminar en la dirección que nuestra identidad de Siervos y la historia y la cultura de Oruro y de Bolivia nos exigen.

Fuente: LA PATRIA