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Sábado 25 de septiembre de 2010

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Revista Tu Espacio

Música de la A a la Z

25 sep 2010

Fuente: LA PATRIA

Por: Xuank Treviño Meneses

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El pasado jueves 16 de septiembre sin duda alguna marcó un hito en la historia del rock en Bolivia, pues pisaron territorio nacional, nada más y nada menos que la mítica banda alemana Scorpions con 41 años de trayectoria ininterrumpida, sin demasiadas variaciones en su estructura humana.

Es por eso, por la importancia de este hecho que haremos un paréntesis con el permiso de ustedes estimados melóman@s, en los retroviajes acostumbrados, para abordar la cuarta era de este proyecto alemán, porque además sabemos que lo tomarán con mucho agrado. Para esta edición les teníamos listo el excurso con los siempre recordados Smashing Pumpkins que será publicado el siguiente fin de semana, este viraje nos servirá sin desmarcarnos de la década que revisamos, es decir los noventa, para conocer algunos detalles de esta banda que carga en las espaldas con varias generaciones.

Los discos publicados durante esta época por este proyecto integrado por el siempre joven Klaus Meine, en la voz, Matthias Jabs en la primera guitarra, Rudolf Schenker en la segunda guitarra, Pawel Maciwoda en el bajo y James Kottak en la batería, tenían la característica de ser trabajados con pulcritud en cuanto se refiere a las letras de sus canciones, con fuerte contenido social, como el recordado Wind of Change, éxito total en 1991.

Sin embargo, esta canción estaba incluida en el primero de los cinco discos de estudio presentados en esta década, nos referimos a Crazy World publicado en noviembre de 1990. Al margen de esta inolvidable pieza musical, destacaron Send Me an Angel y Lust or Love.

Posteriormente trabaron productos sonoros como Face The Heat de 1993, que marca una definitiva la “comercialización” en el sonido de la banda, hecho aún más evidente en sus siguientes álbumes, especialmente en Eye II Eye de 1999.

Sin duda, también debemos nombrar a Live Bites de 1995 y Pure Instinct de 1996, álbumes que corroboraban y reflejaban en letra y música los cambios registrados a finales de los 90, con sucesos políticos, sociales y económicos relevantes en el planeta, objetivo principal del movimiento rock.

Esperemos que los empresarios encargados de traer espectáculos al país, giren su mirada a propuestas sonoras como la de Scorpions, pues se comprobó que el numeroso colectivo rockero puede hacer viable y rentable estos shows, además de no centrar estos eventos sólo en la denominada red troncal, para que de esta manera no inunden el marcado nacional con grupos que se dedican a contaminar la atmósfera y la mente de los bolivianos con sonidos superfluos y letras sin ningún tipo de contenido.

¡Adiós y Buena Suerte!

Fuente: LA PATRIA
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