El antiguo edificio del Colegio Anglo Americano, entre leyendas y pizarrones

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Algunos edificios de establecimientos educativos están imbuidos en historias interesantes que merecen la consideración en este espacio, tal el caso de un edificio que ya no existe en el complejo de la zona Oeste que pertenece al Colegio Anglo Americano en las calles Baptista, Sucre y Bolívar.

El colegio fue fundado el 20 de noviembre del año 1940 habiendo iniciado sus actividades educativas el año siguiente en una casa particular de la calle Camacho esquina Ayacucho; posteriormente se fueron adquiriendo edificios en su ubicación actual constituyendo el complejo educativo en ambas aceras de aquella residencial zonal.

Para aquellos que conocieron este edificio, se podía apreciar que la puerta principal que daba a la calle Sucre, fue clausurada para abrir el acceso hacia el patio en el lado Norte.

El edificio tenía un pasillo central de piso de machihembre que no tenía luz natural dispuesta en forma de cruz para el acceso a los diferentes ambientes. El pasillo oeste fue clausurado para ampliar el curso del lado norte, por ello que el cielo raso fue suprimido dejando entrar la luz natural hacia la cabecera del pizarrón a diferencia de las otras aulas del mismo edificio. En el extremo este y culminando uno de los pasillos se encontraba otra aula cuyas ventanas se orientaban a un antiguo patio con árboles de manzanas verdes, con la reminiscencia de un antiguo jardín. Los otros ambientes de reducido tamaño por muchos años cobijaron a estudiantes en antiguos pupitres individuales.

Las aulas del lado Sur, inequívocamente tenían características de una vivienda, una de ellas tenía una chimenea señorial dando la imagen de una sala de recepción y la del frente el cielo raso que permitía la entrada de luz a toda el aula.

La singularidad de este edificio se encontraba en la parte superior, en una especie de cielo raso con ventanales que se ubicaban sobre el pasillo de cruz. Por muchos años circulaba la leyenda de un estudiante que años atrás había fallecido y que por ese motivo fue clausurado. El acceso no era permitido para nadie pero sirvió de depósito por muchos años

En la actualidad, este edificio fue demolido en su totalidad para dar lugar a una batería de baños, sin embargo, para la historia local era una muestra de edificaciones de los primeros años del Siglo XX, de las pocas que se conserva pero que ameritan recordarlas para evitar la indiferencia en nuestros añorados Rincones de Mi Tierra.

Fuente: LA PATRIA