Martes 14 de septiembre de 2010
ver hoy
Parecería una flagrante contradicción a la idea lógica de que el crecimiento en función “social” debería ser enriquecedor y de modo alguno empobrecedor, pero las circunstancias que se presentan en la cotidianidad de los hechos nos demuestran que en el caso de algunos países de la región, caso de Bolivia y Ecuador, además de otros más alejados, las condiciones de permanentes exportadores de materias primas obstaculizan la competitividad en el gran comercio internacional.
En un reciente evento internacional se hizo mención a Bolivia y Ecuador, señalándolos como países atrapados por el desarrollismo al estar especializados tan sólo en la exportación de materias primas y por tanto “sumidos en un crecimiento empobrecedor”.
Se añade otra justificación cuando se menciona que “nuestros países se han acostumbrado a vivir de la renta de la naturaleza… a través de la extracción de los recursos naturales, convirtiéndonos en “dependientes sumisos, atados a las demandas de capital de los grandes mercados internacionales”.
La mención tiene relación directa con el uso indiscriminado de las riquezas naturales, precisamente “no renovables”, es decir el petróleo y la minería, sin tomar las previsiones urgentes para utilizar adecuadamente los recursos que ahora se obtienen en la diversificación de otras industrias que hagan sostenible el desarrollo nacional, pero con sentido práctico de crecimiento efectivo y no del empobrecimiento de los únicos recursos disponibles para vivir ahora y asegurar el futuro.
Fuente: LA PATRIA