Warning: inet_pton(): Unrecognized address in /home/lapatri2/public_html/wp-content/plugins/wordfence/vendor/wordfence/wf-waf/src/lib/utils.php on line 28
Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 Los carriles estrechos por donde circula el ser humano - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
Los carriles estrechos por donde circula el ser humano
10 sep 2010
Por: Maximiliano Corradi
Hay científicos que creen que pueden crear vida, pero pocos piensan que sin la sustancia base de la vida no pueden crear ninguna forma de vida. El ser humano puede matar, pero no crear vida. Él mata a seres humanos, destruye la naturaleza y maltrata al planeta. En algún momento habrá un cambio, pues tal y como el ser humano es hoy, no puede existir a la larga y no será sustentado por el Espíritu de Dios, que también es la vida sobre la Tierra.
El ser humano se ha alejado mucho de Dios. Con sus esquemas de pensamiento primitivos ha suprimido también la voz de su conciencia, por eso destruye lo que le estorba para disfrutar y vivir sin impedimentos lo que él llama “vida”.
Muchos reflexionan acerca de Dios y analizan al ser humano, encontrando raras veces cosas buenas en él. El cerebro del ser humano no está entrenado y muchas células cerebrales están sin utilizar. Toda la existencia terrenal del ser humano transcurre año tras año por carriles estrechos, con estrechez en la forma de pensar, hablar y obrar. Cada cual piensa sólo en sí y quiere sólo para sí, los demás le dan igual. Una y otra vez transcurre todo según el mismo esquema: pensamientos y palabras iguales, centradas en la materia y en el mundo; pensamientos egocéntricos e intelectuales. La realidad del Espíritu que lo traspasa todo, es excluida. También el comportamiento del ser humano está muy marcado por esta forma externalizada de pensar y hablar. Esto no tiene nada que ver con la vida, es un mero vegetar. Ésta es la causa entre otras, de la indiferencia y de la dejadez en lo que concierne a la búsqueda más profunda de Dios.
Y ningún cura nos puede decir adonde va el alma después de la muerte, porque cada alma, según fue el transcurso de su vida, es atraída por aquellos planetas, por aquel plano del infinito en el que está grabado lo que introdujo en su interior, lo que la atrae directamente después del fallecimiento de su cuerpo. Por el hecho de abandonar el cuerpo, no cambia nada para el alma. La culpa, las debilidades, los errores y las dependencias quedan. Sus ataduras quedan, sólo cambia el estado físico sustancial. El alma no se libera por la muerte, si el hombre no era libre en su interior. Las ataduras que el hombre no ha quitado durante su vida terrenal, siguen siendo también en el “Más allá” la cárcel del alma, sólo que de manera más sensible y muy difícil de eliminar, además frecuentemente vuelven a atraer al alma a una nueva encarnación.
Pero una cosa es segura: la vida permanece eternamente y las formas de vida jamás perecen. No hay muerte, sino sólo la transformación de las formas de vida. Tampoco existen el pecado mortal ni la condenación eterna, porque Dios no ata, sino libera. En Dios y por lo tanto en todo el infinito, no existe el estar atado y así tampoco ningún lugar llamado infierno. Sólo el ser humano ata y crea lugares de horror. El infierno es la idea del ser humano que se ha generado de su maligna forma de pensar. El infierno y los tormentos del infierno los crea el hombre mismo, en su propio cuerpo y en su destino, con sus actos contrarios a la vida, porque no quiere comprender lo que significan el amor, la unidad y la libertad, ni que Dios es bueno.
Si contemplamos el mundo actual, podría suponerse que este mundo es el infierno, porque cada vez más personas sufren los tormentos infernales. Pero tampoco aquí en la Tierra está el infierno. Precisamente en la Tierra deberíamos reconocer nuestros actos contrarios y arrepentirnos de lo que hayamos reconocido de contrario a la ley divina, purificarlo y no hacerlo más. Éste es el camino que lleva a la vida, y ésta es la liberación de los pensamientos sobre la muerte, el pecado mortal o incluso la condenación eterna. Por tanto la Tierra es un lugar de la misericordia de Dios y cada día de la vida del ser humano es una oportunidad que nunca se repetirá.
De la publicación: “Piense también usted y reflexione. Decídase libremente”.
(*) Vida Universal, info@universelles-leben.org, www.vida-universal.org
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.