Día del Peatón debe ser reforzado con espacios de recreación activa

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Comúnmente cuando se celebra algún día en particular, como por ejemplo el día del Niño, la sociedad y los medios de comunicación manifiestan que no solamente esa fecha se debía recordar a ese vulnerable sector que se constituye en el presente del país, sin embargo, el denominado Día del Peatón que tiene por objetivo mejorar el aire y no contaminar el medio por 24 horas queda prácticamente en el olvido, por ese motivo surge la pregunta, ¿no sería conveniente que existan otros espacios de estas características de forma periódica en el municipio?, o es más ¿acaso no sería posible que Oruro se convierta en la ciudad donde el manejar bicicleta se convierta en una necesidad?.

Esta posibilidad ya la habíamos planteado anteriormente, pero con la reciente celebración del Día del Peatón, la retomamos, porque la ciudad de Oruro se encuentra dentro de las más contaminadas del país y qué mejor si el manejar bicicleta se convierte en un “hábito” y una “necesidad”.

A simple vista en la ciudad de Oruro se puede comprobar que la cantidad de vehículos privados y públicos no guardan relación con el número de habitantes, pues por ejemplo se puede apreciar una larga fila de minibuses que cubre toda la calle Bolívar, sin embargo en estos casos el uso de la bicicleta podría ser de gran ayuda, por el tiempo, pero principalmente por paliar el efecto invernadero.

Una de las consecuencias del uso desmedido de los medios de transporte que utilizan gasolina y otros derivados del petróleo se llama efecto invernadero, fenómeno por el cual determinados gases, que son componentes de la atmósfera retienen parte de la energía que el suelo emite por haber sido calentado por la radiación solar, por tanto afecta a todos los cuerpos planetarios dotados de atmósfera.

El efecto invernadero se está viendo acentuado en el planeta y por ende en nuestro hábitat por la emisión de ciertos gases, como el dióxido de carbono y el metano, debido a la actividad económica humana. Este fenómeno evita que la energía solar recibida constantemente por nuestro planeta vuelva inmediatamente al espacio, produciendo a escala planetaria un efecto similar al observado en un invernadero.

Por todo lo expuesto, el uso de la bicicleta que se contempla como una decisión personal por los beneficios de traslado, de salud (por ser un ejercicio físico) y por ser una herramienta contra la contaminación, es vital. Pero esta decisión debe ser apuntalada por la creación de espacios de recreación activa para esta actividad, los cuales deberían de constituirse en uno de los objetivos fundamentales del municipio en materia de cultura ciudadana.

Fuente: LA PATRIA