Lunes 06 de septiembre de 2010
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Inolvidables amigas orureñas:
Una amiga que está preparando su boda, me pedía consejos sobre cómo sobrellevar el matrimonio, a pesar de que ese es un tema muy amplio y del cual se puede hablar mucho, lo primero que se me ocurrió decirle, es un consejo que mi mamá me dio y que aplicándolo en mi propio matrimonio me dio buenos resultados.
La regla número uno era: NO DORMIRSE PELEADOS. Es decir que si se ha tenido una discusión o un conflicto por cualquier motivo, tratar de hacer las paces antes de irse a dormir.
Y en la vida práctica vi que era un sabio consejo, ya que al disculparse mutuamente, uno podía dormir tranquilo y hasta feliz si es que la “abuenada” tenía un desenlace deseado, porque una cosa lleva a la otra y bueno... ustedes ya saben.
Por el contrario, todas las veces, que no seguí el consejo y me dormí enojada, me fue mal, dormí intranquila y desperté aún más enojada, habiendo crecido el resentimiento y el malestar como una bola de nieve, tornándose el problema más profundo y complicado; comprobé que el resentimiento era mayor y el perdonar aún más difícil.
Fuente: LA PATRIA