Jueves 02 de septiembre de 2010
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Editorial y opiniones
Espacios libres abiertos: Una demanda ancestral
02 sep 2010
Por: Rolando Machicado Flores
Respecto a los espacios libres, existe una amplia literatura que los apologetas difieren en la distribución de los espacios libres abiertos. Es así, unos mencionan que todos los espacios libres abiertos deben concentrarse y ser continuos para dar “forma” a la estructura urbana. En tanto los otros señalan que los espacios libres abiertos deben ser pequeños y estar dispersos por todo el tejido urbano de la ciudad con la finalidad que sean más accesibles para la ciudadanía.
De esta manera conceptualizando las 2 posturas contrarias, la que más se adecua a nuestra realidad urbana y la más factible a corto plazo, es la segunda posición. Por cuanto en la trama urbana actual no existen predios extensos que permitan desarrollar extensos espacios libres abiertos (parques urbanos). Empero existen instituciones que ya han cumplido con su vida útil y deben salir del tejido urbano porque algunos de ellos son de alta peligrosidad para la población circundante. Tal el caso de ENDE, YPFB y otros no tan peligrosos como las Estaciones de Ferrocarriles, P.I.O., la Aduana, el Regimiento Camacho, etc... Equipamientos urbanos que están al margen de cualquier normativa de la planificación urbana conocida y sólo se aguarda una catástrofe de gran magnitud para lograr su reubicación fuera del tejido urbano actual. Estos predios bien podrían dar abasto a la gran demanda de parques urbanos que requiere la ciudadanía.
