Walesa: "Éramos la última generación capaz de lograr el cambio en Polonia"
01 sep 2010
Fuente: Varsovia, 31 (EFE).-
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El histórico líder de Solidaridad, Lech Walesa, se sumó finalmente a la conmemoración del 30 aniversario del sindicato, después de haberse negado a hacerlo durante los últimos días a causa de sus divergencias con la actual Solidaridad, a la que considera muy alejada del espíritu con el que nació.
Walesa asistió junto con el presidente y al primer ministro polaco, Bronislaw Komorowski y Donald Tusk, al espectáculo que hoy (ayer) tuvo lugar en la sede de los astilleros de Gdansk, donde se escenificó un homenaje audiovisual a las huelgas obreras que forzaron los "Acuerdos de agosto", firmados el 31 de agosto de 1980.
"Éramos la última generación capaz de lograr el cambio en Polonia, éramos los últimos que aún recordaban algo sobre el capitalismo y la democracia, y además teníamos a nuestro Papa polaco", recordó el mítico sindicalista, premio Nobel de la Paz en 1983 por su intensa oposición al comunismo.
Lech Walesa fue la cara visible de la firma de esos "Acuerdos de agosto", donde la dictadura se vio obligada a aceptar el derecho de huelga y la creación de asociaciones libres de obreros, el inicio de un camino imparable hacia la libertad y el primer paso para la caída del comunismo en el Este de Europa.
El fundador del sindicato se había negado a participar hasta ahora en los actos conmemorativos organizados por la dirección de la actual Solidaridad, con la que mantiene un sonado desacuerdo por la línea que sigue la formación.
Walesa acusa a la actual Solidaridad de ser un movimiento politizado, demasiado cercano al dirigente conservador Jaroslaw Kaczynski y "alejado" del espíritu de 1980.
Durante su intervención en el acto de Gdansk, que no estuvo organizado por la cúpula de Solidaridad sino por una fundación cercana al Gobierno, Walesa aprovechó para expresar su rechazo "a la demagogia y al populismo, porque no sirven a nadie y dividen al pueblo polaco", dijo en una clara referencia a Kaczynski y a su partido, Ley y Justicia (PiS).
Lo cierto es que la actual Solidaridad mantiene una estrecha relación con PiS, como reconoció hoy (ayer) el liberal Donald Tusk, quien pudo comprobarlo ayer (lunes) cuando fue abucheado por delegados sindicales, mientras que Jaroslaw Kaczynski era recibido con vítores.
Para muchos antiguos miembros del sindicato, entre ellos el propio Walesa, esta politización hace que la Solidaridad apenas tenga que ver con aquel movimiento social que en los 80 fue capaz de aglutinar a diez millones de polacos en su oposición frente al comunismo.
Y es que la unidad de esos trabajadores polacos que hace 30 años protagonizaron las protestas contra el régimen comunista ha brillado por su ausencia en los actos conmemorativos del aniversario de los "Acuerdos de agosto", empañados por las disputas políticas.
Hoy Solidaridad conmemora su nacimiento bajo la sombra de la división y la rivalidad partidista, lo que hace que cada vez sean más las voces que piden diferenciar aquel movimiento social que logró poner en jaque al comunismo del actual sindicato Solidaridad, para evitar así estos actos conmemorativos se vean empañados por las polémicas.
"Una vez más, se repite la misma situación, y en lugar de unirnos en la celebración del aniversario, nos dividimos", lamentaron los ex líderes de Solidaridad Bogdan Borusewicz y Jerzy Borowczak, quienes defendieron que a partir de ahora sea el Estado el encargado de organizar las ceremonias en recuerdo de la lucha por la democracia.
Más allá de las disputas internas, el mundo mira hoy a Polonia y recuerda las imágenes de lucha de los trabajadores de los astilleros, mientras una intervención soviética pesaba sobre el país centroeuropeo, lo que habría supuesto una auténtica tragedia.
"Agradecemos su coraje y su amor por la libertad, Polonia es ahora un aliado clave en la OTAN, una próspera democracia y un rayo de esperanza para aquellos que todavía viven bajo la opresión", afirmó en un mensaje la secretaria de Estado de EE.UU., Hilary Clinton, después de que ayer el presidente Barack Obama definiese Solidaridad como una "inspiración" en la lucha por la democracia.
El británico Robert Wilson fue el encargado de dirigir el espectáculo audiovisual que esta noche ha cerrado las celebraciones de los "Acuerdos de agosto" y del nacimiento de Solidaridad, un evento en el que estuvieron presentes figuras reconocidas internacionalmente como Macy Gray, Marianne Faithfull, Rufus Wainwright, Sharon Jones, Angelique Kidjo o Philip Glass.
El acto no quiso olvidar a aquellos ciudadanos extranjeros que apoyaron a Polonia en los momentos de lucha por la libertad, un reconocimiento que se expresó con la entrega de medallas a 325 personas de todo el mundo que durante los años 80 compartieron esa huida de la imposición comunista.
Fuente: Varsovia, 31 (EFE).-
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