Martes 31 de agosto de 2010
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Editorial y opiniones
Lecturas para la reflexión
Conciencia de los bienes de Dios
31 ago 2010
Fuente: LA PATRIA
La reflexión puede extenderse desde el simple estado de ánimo del hombre hasta una visión global de la maravillosa creación. En todo está presente Dios: Nosotros como criaturas, a su imagen y semejanza, y la perfecta armonía de todo el universo. Pero, ¿tenemos conciencia de esto?
Pablo nos lanza una especie de llamado de atención, a sabiendas de nuestro alejamiento del plan divino: “El Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios. ¿Quién conoce lo íntimo del hombre, sino el espíritu del hombre, que está dentro de él? Pues, lo mismo, lo íntimo de Dios lo conoce sólo el Espíritu de Dios. Y nosotros hemos recibido un Espíritu que no es del mundo, es el Espíritu que viene de Dios, para que tomemos conciencia de los dones que de Dios recibimos”.
¿Por qué tanto amor de Dios? ¿Para qué esta majestuosa presencia espiritual?
-“Cuando explicamos verdades espirituales a hombres de espíritu, no las exponemos en el lenguaje que enseña el saber humano, sino en el que enseña el Espíritu, expresando realidades espirituales en términos espirituales. A nivel humano, uno no capta lo que es propio del Espíritu de Dios, le parece una necedad; no es capaz de percibirlo, porque sólo se puede juzgar con el criterio del Espíritu. En cambio, el hombre de espíritu tiene un criterio para juzgarlo todo, mientras él no está sujeto al juicio de nadie. ¿Quién conoce la mente del Señor para poder instruirlo? Pues bien, nosotros tenemos la mente de Cristo”.
Fuente: LA PATRIA
