Uno de los mayores problemas que confrontan diariamente miles de personas en el país se relaciona directamente con el caos vehicular, debido al excesivo crecimiento del parque automotor, sobredimensionado en algunos casos como el de nuestra ciudad, donde además se genera el proceso de nacionalización de muchos coches, especialmente de los que se suman casi diariamente al servicio público, entre taxis y minibuses.
El desorden reinante en las calles de nuestra ciudad tiene parecido origen al de otras capitales, aunque debemos reconocer que en Oruro las cosas pasan de lo regular a lo ilegal y por tanto con excesivo perjuicio para los viandantes.
Las calles ya estrechas pierden sus aceras para dar paso a puestos de venta autorizados desde alguna sección municipal, el famoso comercio informal que se ubica en cualquier sitio afectando el desplazamiento no sólo de personas, también de movilidades en general.
Las calles del centro son utilizadas por casi todas las líneas de transporte público, tal es así que la Plaza Principal se ha convertido en una rotonda oficial para que minibuses, micros y taxis se desplacen por ese saturado espacio y avancen con impresionante lentitud, retrasando actividades, alterando horarios de trabajo y crispando los nervios de quienes soportan tanta incomodidad.
El Concejo Municipal debería dedicar el mayor tiempo de su actividad a buscar soluciones a los problemas que afectan a la comunidad, como el caos vehicular que debe ser eliminado en base a normas y disposiciones del gobierno municipal y un ordenamiento de rutas del servicio de transporte público que sea desconcentrado del centro y utilice calles próximas para cubrir los requerimientos de la ciudadanía, evitando el congestionamiento rutinario.
La Policía Operativa de Tránsito, que ahora debe pensar en ubicarse de una buena vez en los ambientes que se le ha concedido frente a la terminal de buses, debería coadyuvar de manera práctica en el proceso de reordenamiento vehicular, de tal suerte se cumplan las normas establecidas, que más calles y más sectores de la ciudad sean atendidos por el transporte público sin necesidad de congestionar el centro y favoreciendo a mucha gente en el cumplimiento de sus actividades diarias, sin traumas y sin peligros.
Concejo Municipal, Policía de Tránsito, organizaciones del transporte deben ponerse de acuerdo de una buena vez para eliminar el caos vehicular de manera especial en el sector central donde en ciertas horas la actividad es prácticamente nula por la lentitud en el desplazamiento de motorizados, la gran mayoría del servicio público que de manera irresponsable hacen uso y abuso sólo de ciertas calles y avenidas sin justificación, ni siquiera de orden económico, pues la gente lo que busca es comodidad y rapidez lo que no ocurre actualmente con el estancado servicio de transporte.
Reordenar el centro de la ciudad significará un alivio al stress, bajar la tensión, los nervios y la bronca que en muchas circunstancias es la causa de enfrentamientos entre ciudadanos. Así de evidente, aunque parezca que exageramos, pero lo cierto es que no se puede aguantar mucho más el irresponsable trabajo de autoridades sin capacidad para solucionar los problemas que complican más la vida diaria.
Fuente: LA PATRIA
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