Los rimbombantes discursos para asumir defensa de la Madre Tierra, más conocida como la Pachamama que incluso derivaron en una confrontada lucha contra la Iglesia Católica por parte del Poder Ejecutivo, se quedaron en eso, sólo discursos, porque hasta el propio presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales, se olvidó de planificar su cuidado y protección.
Para ponerle una mirada obligada a la tierra, se llegó al extremo de tener ocho de los nueve departamentos del país contaminados por el chaqueo y quema de los bosques que al parecer dejará una secuela perjudicial para agricultores y ganaderos por la sequia y los incendios forestales, provocando además desabastecimiento de los principales centros de consumo por la falta de producción de alimentos, lo que obligará a incrementar el precio del grano de maíz y de la carne de pollo.
Llegamos al extremo que ya son 34.328 focos de calor en Bolivia, de los cuantificados, que afectan principalmente a tres regiones, Santa Cruz, Beni y Pando, donde alrededor de tres millones de hectáreas de tierra quedaron inutilizadas por la acción del fuego que quemó de raíz sembradíos, pastizales y hasta la producción, dejando grandes pérdidas, puesto que recién se movilizan los efectivos militares para controlar esos incendios.
No hay que olvidar, el Servicio Nacional de Parques confirmó otros incendios forestales en tres áreas protegidas de los parques Tunari, San Matías y Sama, donde el fuego amenaza con reducir a cenizas toda especie forestal y de la fauna animal. En resumen, se vive un panorama poco alentador y la alerta esta vigente, porque la contaminación se expande a todo el territorio nacional, excepto Oruro donde la sequía también deja cuantiosas pérdidas.
Lo curioso resulta ser que las autoridades de gobierno, tanto de la Presidencia y Vicepresidencia, “apagan de inmediato todos los incendios políticos” para proteger su imagen o sencillamente acallar a la oposición, sin que empero hayan adoptado ninguna actitud de urgencia, para frenar estos incendios que a su paso dejan tierras de cultivo inutilizadas.
Recién para la gestión 2011 el gobierno anuncia realizar la compra de hidroaviones y seis helicópteros multipropósito para atender estas contingencias naturales y humanas, postergando así la defensa de la naturaleza dejando al olvido a la Madre Tierra. Sin embargo, la adquisición de la aeronave presidencial así como otras inversiones que realiza el Primer Mandatario del país, con fondos del Tesoro General del Estado Plurinacional, como otros recursos económicos del programa Evo Cumple, muchas veces no requieren completar ningún paso legal ni licitar la compra y se liberan de la aplicación de normas por la emergencia y justo ahora, prefieren dejar librada a su suerte a la Pachamama, en homenaje a quien se emiten cientos, miles de discursos que caen en saco roto, porque sólo se predica y no se practica ninguna de las acciones destinadas a proteger y cuidar a la Madre Tierra.
La mayor recomendación del Ministerio de Salud del Estado Plurinacional pide a las personas que viven en las zonas de incendios usar barbijos para protegerse del humo, a fin de evitar infecciones respiratorias, mientras cinco expertos de la Oficina de Asistencia a Desastres de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) apoyan la puesta en marcha de un retrasado plan de contingencia que movilizará a los efectivos de las Fuerzas Armadas de la Nación.
Ojalá el Plan Nacional de Contingencias para el Control de Incendios sea efectivo y permita controlar los incendios para evitar que el fuego siga propagándose, mientras se espera una respuesta de países vecinos, como Brasil y la Argentina, para usar sus aviones hidrantes y actuar de emergencia con apoyo de Usaid, puesto que la necesidad tiene cara de hereje, porque la gente de la agencia estadounidense fue echada del país y ahora se requiere su apoyo logístico, además una ayuda inicial de 50.000 dólares.
Quizá este problema, nos muestre que no siempre se tiene una buena administración de gobierno en el país, puesto que se prioriza lo suntuario y posterga lo urgente, con las consecuencias que afectarán a los pobladores de las regiones donde el fuego deja sólo cenizas, mientras las autoridades están de viaje, se preocupan por la infraestructura vial y otras obras, que incluso no están justificadas como el colocado de pasto sintético en varios escenarios deportivos para la práctica del fútbol que tanto le apasiona al presidente Evo Morales, dejando de lado y olvidándose de la Pachamama.
El cuidado y protección de la tierra tiene que ser la primera prioridad y la más urgente, porque si perdemos la tierra, habremos perdido la posibilidad de producir nuestros propios alimentos y lo que es más, no habrá justificativo para realizar tantas k’oas y ofrendas a la Pachamama, si por acción de los depredadores y omisión de las autoridades se está matando a la Madre Tierra.
(*)Periodista.
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