Domingo 29 de agosto de 2010
ver hoy
Un compasivo transeúnte tira una moneda a la escudilla del ciego que está en la esquina, pero su puntería no es tan buena como su intención y la moneda sale rodando calle abajo. El mendigo corre veloz y la alcanza ¡Yo pensé que tú no veías! Exclama sorprendido el transeúnte, se equivoca usted señor contesta el otro alegremente, yo no soy ciego de esta esquina, sólo he venido a remplazarlo mientras él está en el cine.
Compartí hasta hace unos años atrás con mis amigos en la universidad, casi todos izquierdistas, el sueño seductor de un nuevo mundo que había de traemos el socialismo, de una vida más próspera y bonancible para todos.
Ya hace más de cinco años que están en el poder se ha socializado el gran cambio. Por mi parte he pasado varios años pronunciando discursos sobre los defectos del capitalismo, no retiro ninguna de las críticas que he hecho del sistema, pero ahora, cuando ya hemos tenido a la vista el funcionamiento de los dos sistemas, uno al lado del otro, afirmo que quien sostenga todavía que el socialismo es el medio de librar a la sociedad de los defectos del capitalismo está ciego. No sirve para eso el socialismo, debemos buscar medios distintos para allanar las imperfecciones del sistema de la empresa privada... y atrevernos a conservarlo.