Sistema electoral vigente debe recuperar credibilidad y confiabilidad del electorado
29 ago 2010
Fuente: LA PATRIA
Cuando ya está en funciones el nuevo Órgano Electoral Plurinacional (OEP) que reemplaza a la Corte Nacional Electoral, han surgido serias cuestionantes en torno a la elección de sus primeras autoridades y la demora en designar a los “vocales” de los tribunales electorales departamentales, hecho que muestra una clara tendencia política, en la Asamblea Legislativa donde se estudian y se definen las designaciones.
Lo que la ciudadanía de manera general quisiera es que se modernice todo el sistema electoral, de tal suerte que el voto ciudadano sea respetado y que los resultados no sean alterados, mejor aún si otorgando seguridad legal plena se admita democráticamente al ciudadano votante definir en las urnas la elección de un determinado candidato, cuya promoción anticipada sea igual a la de los candidatos surgidos del poder central o el oficialismo.
Si ya se avanzó en el registro ciudadano biométrico es un factor que devuelve cierta seguridad -no total- al reconocimiento del votante “unipersonal”, vivo y presente, además sin opción de que pueda “doblar” su voto en otro recinto electoral, como ha sucedido en elecciones anteriores en las que hasta “muertos” sufragaron y un ciudadano votó más de dos veces con cédulas de identidad clonadas.
Pero no es todo, más adelante los “jueces” electorales de las cortes departamentales que fueron designadas por “favor político”, se ingeniaron para alterar los resultados, aplicando una serie de “triquiñuelas” que al final liquidaron a opositores incrementando la mayoría controlada oficialmente.
Hay otra serie de hechos que si bien son minimizados desde el frente oficial, son maximizados por los sectores de oposición demandando respeto al derecho de promover candidatos en las mismas condiciones que tengan los del oficialismo, pues resulta que en un caso se limita las posibilidades de campaña a unos y se facilita el movimiento irrestricto de otros, lo que tiene un resultado no precisamente justo, al contrario presionado y autoritario.
No es menos preocupante el hecho vigente y experimentado en el actual modelo de gobernabilidad en que nos desenvolvemos y que muestra un total desconocimiento a la “voluntad del pueblo expresada en el voto”, cuando con una serie de argumentos se involucra a las autoridades electas no oficiales, hasta disponer “por imperio de un ministerio público parcializado” la sanción más sencilla que significa liquidar al oponente aún sabiendo del respaldo que logró electivamente en comicios libres y soberanos.
Lo que sucede es que de aquí adelante se observará con lente crítico el trabajo del nuevo Órgano Electoral Plurinacional y de los tribunales departamentales, donde todavía no se tamizaron “oficialmente” a los nuevos funcionarios que reemplazarán a los vocales, estos últimos cuestionados en varias cortes donde se revisa actuados y establecen irregularidades.
Lo que la ciudadanía conciente exige es que el Órgano Electoral se afirme como una institución que cumpla las leyes, que respete los derechos del ciudadano, hombre o mujer, de manera que en cualquier proceso electivo su voto cuente, valga y no sea manipulado. Sólo de ese modo el pueblo soberano recuperará confianza y credibilidad en la entidad rectora de los procesos electorales verazmente democráticos.
Fuente: LA PATRIA
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