Cinco años de humillación y desventura por un techo propio

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La necesidad de tener un techo propio hace cinco años provocó que miles de personas humildes e indoctas, caigan en la trampa de unas cuantas personas que aprovecharon de hacer de esta necesidad su modo de vida y enriquecimiento ilícito que les permite actualmente ser individuos con fortunas incalculables, puesto que actualmente tienen incluso una línea de minibuses o son personas que invierten sus recursos mal ganados para continuar siendo poderosos ante el desmedro de niños, jóvenes y adultos.

Este hecho, que se inició hace cinco años, en el mes de marzo aproximadamente, cuando miles de personas recibieron la promesa de tener un pedazo de terreno en forma gratuita, si eran parte del avasallamiento a tierras donde no se encontraban construcciones, sin respetar que estas tenían dueños, hecho que fue iniciado por personas aleccionas para provocar incidentes y lograr que por este hecho personas humildes sean en este siglo manejadas como rebaño por temor a ser castigadas y sacadas de los lugares avasallados.

Para conocimiento de la población y según informe de las personas que viven en sectores avasallados, para obtener un lote actualmente, las personas interesadas en tener un pedazo de terreno donde edificar su vivienda, deben pagar.

Ante estos problemas surgieron varias denuncias que quedaron en simples procesos judiciales por maltrato, agresiones, violaciones y otros que quedaron sin una sanción ante la falta de autoridades que hagan cumplir disposiciones legales en beneficio de los damnificados, los aprovechadores actualmente continúan sin una sanción lo que les da vía libre para continuar generando temor y provocando actos delictivos incrementando también hechos delincuenciales en las zonas Este y Sur de la ciudad donde se asentaron miles de personas junto a sus familias.

Lamentablemente, por la ignorancia de las personas que tienen necesidad de tener un lugar donde vivir y dejar de pagar un alquiler, se ven obligadas a aceptar muchas condiciones para ser parte de los asentamientos que de forma irregular son llamados urbanizaciones.

Allí se les cobra por cualquier motivo, en principio sólo para su ingreso deben pagar un monto de 500 bolivianos, para la compra de un lote, los dirigentes cobran entre 1.000 a 2.000 dólares por lote que ni siquiera son de su propiedad y de los cuales no tienen el correspondiente derecho propietario.

Una vez que son parte de algún grupo deben pagar, además, por el cuidado de su lote de forma semanal con un monto de 30 bolivianos, cuando son convocados a una reunión o asamblea con la detonación de un cachorro de dinamita deben estar presentes caso contrario son expulsados perdiendo todos los recursos que invirtieron para obtener un lote de forma irregular porque la promesa de obtener un lote gratuitamente, con el tiempo desaparece.

Otro de los conflictos que se atraviesan en estos lugares, es la falta de servicios básicos como el agua potable, porque a algunos dirigentes les interesa en primer lugar lograr la creación de una empresa de agua que a la vez será manejada por ellos mismos.

La pretensión de algunos dirigentes es enriquecerse a costilla de los vecinos, que con sacrificio logran ganar unos cuantos bolivianos diariamente como vendedores ambulantes, es decir, vendiendo jugo de naranja, helados en las propias marchas que sus grupos realizan o comida improvisada que también es consumida en las movilizaciones que les obligan a realizar sus dirigentes.

Lo cierto es que no serán propietarios de ningún lote legalmente mientras cada persona no tenga su minuta de propiedad que avala su derecho propietario de un pedazo de tierra donde edificó su vivienda para brindar mejores condiciones de vida a sus hijos.

No debemos olvidar que debido al avasallamiento, hubo muertos como Santiago Orocondo, niños y mujeres heridas, violaciones que quedaron impunes porque con alguna transacción realizada o amenazas recibidas por las personas que ahora tienen el poder en su mano, logran que no exista justicia y cualquier acto delictivo sólo queda en procesos judiciales.

Estos antecedentes que publicamos, son atravesados a diario por las personas que sufren esos vejámenes que están cansados de las amenazas y agresiones físicas y psicológicas, quienes deben soportar estos hechos diariamente simplemente por la necesidad de tener un lugar donde vivir, ante la falta de autoridades que hagan respetar las leyes que se encuentran vigentes en nuestro país.

Fuente: LA PATRIA