La bicicleta, una respuesta para combatir al efecto invernadero

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A lo largo de la historia, pero sobre todo durante el siglo XX, durante la revolución industrial el hombre ha tratado de modificar la manera de transportarse, por muchos factores, el tiempo, la carga que debía ser trasladada de un lugar a otro. En fin… pero en este tiempo en el que soportamos grandes cambios climáticos, muchos de ellos producto del desarrollo industrial, nos toca preguntarnos si se podría cambiar la manera de movilizarnos, muchos dirán que esto es sólo una utopía, sin embargo tenemos a disposición otro invento que no contamina, es versátil y además conducirlo es saludable, nos referimos a la que quizás fue nuestra compañera de infancia, la bicicleta, invento que podría aplacar el efecto invernadero.

Según la opinión de varios medioambientalistas del planeta, la historia de este invento que primero fue conocido como “velocípedo” o “celerífedo”, beneficiaría a limpiar el planeta, su inicio data de 1490 con los primeros esbozos de Leonardo da Vinci, ya en 1790 el también llamado “caballo con ruedas” en Francia logra avanzar en su tecnología, avanzando así hasta nuestros días, sin embargo la paternidad de la bicicleta se le atribuye al barón Carl von Drais, inventor alemán, alrededor de 1817.

Entonces en menos de tres décadas los vehículos de tracción animal dieron paso a los automóviles de motor de combustión o a los aviones, lo cual trajo consigo el gigantesco consumo planetario de gasolina y otros derivados del petróleo, así como la propagación de carreteras y vías de todo tipo destinadas a la circulación de los automotores.

Uno de los efectos a consecuencia del uso desmedido de estos medios de transporte se llama efecto invernadero, fenómeno por el cual determinados gases, que son componentes de la atmósfera retienen parte de la energía que el suelo emite por haber sido calentado por la radiación solar. Afecta a todos los cuerpos planetarios dotados de atmósfera.

De acuerdo con la mayoría de la comunidad científica, el efecto invernadero se está viendo acentuado en la Tierra por la emisión de ciertos gases, como el dióxido de carbono y el metano, debido a la actividad económica humana. Este fenómeno evita que la energía solar recibida constantemente por nuestro planeta vuelva inmediatamente al espacio, produciendo a escala planetaria un efecto similar al observado en un invernadero.

Los denominados “tigres asiáticos”, países con gran nivel de desarrollo utilizan hoy en día con mayor frecuencia la bicicleta que en occidente. En el centro de las importantes ciudades japonesas se puede apreciar gente en bicicleta, lo mismo en China donde incluso se puede observar a grupos de ciclistas, en días rutinarios.

Entonces la pregunta sale a relucir, debido a la actual coyuntura medioambientalista mundial que también se reproduce en nuestro país, en nuestro departamento y en nuestra ciudad, ¿será posible que Oruro pueda implementar un plan de estas características?

Fuente: LA PATRIA