Así como cayó Santos Ramírez, el ex segundo hombre del MAS al incurrir en actos de corrupción en YPFB, La misma suerte le tocó a Gustavo Torrico Landa, ex diputado masista y ex vice Ministro del Interior e integrante ideólogo del grupo "satucos" que rodean a Evo Morales, siendo ignominiosamente separado del apetecido cargo, por usurpar funciones y supuestos intentos de extorsión a colonos menonitas, con propósito de conceder estancia permanente en el país.
El ministro de la Presidencia, Óscar Coca, informó a la prensa que Torrico fue destituido, casi simultáneamente al apresamiento del ciudadano Alemán, Dirk Schmidt por posesión ilegal de armas de guerra. El alemán en su defensa dijo que trabajó en el Gobierno y guardó las espaldas del presidente Evo Morales; pero, Coca desmintió aquella versión. La presencia de Schmidt en Bolivia, es un caso similar a la época de gobiernos anteriores cuando actuó como informante y guarda espaldas, Claus Blatman, "el Carnicero de Lyons" en los campos de concentración nazi. Fue Paz Zamora, quien lo entregó a Francia para ser Juzgado por sus crímenes de Guerra. Dirk Schmidt, portador de armas de guerra y cuidador de las espaldas de Evo Morales, debe tener la misma trayectoria del "Carnicero de Lyons" bajo la protección del ministerio de gobierno, actuando como informante y con nexos estrechos con Torrico hoy destituido y el alemán encarcelado.
Gustavo Torrico, También en contacto con la prensa, defendiendo su posición, explicó que Sacha Llorenti, tenía relación con el súbdito alemán; pero, el Ministro de Gobierno inventa historias, sobre todo arrastra en forma enfermiza al resto del gabinete de ministros, es peligroso. El Zar de Rusia se cayó por Rasputín y el (Lllorenti) es el Rasputín que tenemos, afirmó Torrico.
He ahí una muestra del prontuario de algunos denominados hombres fuertes del MAS que se encuentran en la cúpula del Ejecutivo con importantes puestos y posturas soberbias. Torrico, como ex jefe de diputados en la gestión pasada, golpeó e instruyó golpear a parlamentarios de la oposición e impulsar el ingreso al congreso. Hoy se encuentra lamiendo el piso; por su parte, Sacha Llorenti, catalogado como Rasputín boliviano, también se encuentra en la cuerda floja.
El collar de perlitas dentro del MAS no se terminará. Hace algunas semanas, Valentín Mejillones, líder espiritual y amauta campesino que entregó el báculo sagrado al presidente Morales cuando ascendió por primera vez, a la presidencia de la República, fue apresado en su casa con 241 Kilos de cocaína, porque durante mucho tiempo gozaba de una supuesta carta blanca de indigenista, incursionando en el narcotráfico. Narcotráfico que está a la orden del día y en cualquier punto del país.
Todos estamos convencidos que el incremento de la siembra de coca llega a más de 32.000 hectáreas, de las cuales sólo 12.000 son lícitas para consumo local, cuyo resto incrementa la elaboración de la cocaína a través del narcotráfico, aprovechando que Evo Morales, con reiteración, no permitirá el retorno de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos de Norte América (DEA); además, no permitirá que ninguna institución extranjera certifique la lucha contra el narcotráfico.
Con todas estas perlitas, a los que se suman parlamentarios masitas borrachos, el piso del gobierno de Evo Morales se desmorona de a poco impulsado por la lucha interna, como ocurre en el altiplano y yungas paceños, donde golpearon al senador Fidel Surco acusado de divisionista. Surco dolido por el trato recibido quiso olvidar la golpiza emborrachándose y provocando un accidente de tránsito. Para ocultar los desaciertos masistas Morales y Surco, siguen culpando de los conflictos internos a la oposición, a la derecha y al gobierno norteamericano, sin que pueda agotarse la grabación el disco compacto de larga duración.
(*) Periodista
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