Domingo 08 de agosto de 2010

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Editorial y opiniones
¿Es o no es verdad?
¿Se convirtió el Presidente?
08 ago 2010
Por: José Gramunt de Moragas, S.J.
Parecería que los aires cruceños convirtieron al Sr. Presidente en el político más conciliador y moderado que uno pudiera imaginar. En efecto, su discurso de casi una hora, no fue agresivo ni insultante. Por el contrario, abogó por la integración (no dijo reconciliación) y la unión de los bolivianos. Sorpresivamente, Don Evo hizo propias las críticas y recomendaciones que le han venido planteando la mayor parte de los comentaristas políticos y económicos independientes, desde que asumió el poder. ¡Un Evo desconocido! En lugar de sus habituales agresiones verbales y amenazas, abogó por un nuevo espíritu de “integración y de unión”. Por cierto no dijo conciliación sino integración. Pase. Por esta vez, no insultó al imperialismo estadounidense ni agredió verbalmente a los periodistas.
Convengamos en que reconocer “debilidades” ya es mucho, sobre todo, en una personalidad tan poco humilde con Don Evo. Hasta ahora el Sr. Presidente sólo hablaba de sus éxitos, la mayoría inexistentes. Y no perdía oportunidad para agredir al adversario. Es positivo que ahora convoque a la “integración y a la unión. Aún cuando este giro de 180 grados no sea del todo convincente. Ante todo porque lo asume después de haber utilizado todas las martingalas legales e ilegales imaginables para descalificar e incluso inhabilitar a autoridades que habían sido legítimamente elegidas por la población. Presumir ahora de ser magnánimo con el que ha sido machacado, aunque resulta oratoriamente biensonante, no es precisamente un ejemplo de generosidad. Aún así, hay que aceptar lo que pueda tener de verdad y reclamárselo cuando hayan pasado los fastos de las conmemoraciones patrióticas.