La autoestima de nuestros hijos puede ayudarles tanto como complicarles su vida

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Vamos a comenzar con una pequeña introducción sobre el concepto de autoestima, para situarnos bien en el contexto que vamos a tratar.

Podemos decir que la autoestima representa el concepto que se tiene de sí mismo, es decir, si nos consideramos altos o bajos, feos o guapos, fieles o infieles, buenos o malos…. Todo esto nos lleva a un grado de aceptación de uno mismo, el grado de aprecio que nos profesamos, o la valoración que tenemos de nosotros mismos.

Cuando los niños van creciendo, se va formando su concepto personal. Aparece la idea de quién es, si le gusta a las demás personas que le rodean o no, si lo aceptan en el entorno en el que está creciendo, irán apareciendo expectativas sobre las posibilidades que tiene...

Por el contrario en casa con alta autoestima, donde los miembros de la familia no sólo se valoran si no que cuando aparecen retos en la vida los tratan de forma natural, como algo cotidiano, la visión que realizan sobre los errores que se han producido en diferentes ocasiones es muy positiva, ya que los tratan como oportunidades para un nuevo aprendizaje. Cuando hay una disciplina adecuada, y la familia tiene bien definidos los límites, se tendrá gran parte del camino andado para una correcta educación en gran parte de los sentidos.

Una ayuda para mejorar la autoestima de tu hijo

En este apartado repasaremos diferentes puntos en los que podemos apoyarnos para reforzar la autoestima de tu hijo.

Como ya hemos visto anteriormente, los límites dentro de la educación son unos pilares muy importantes para su desarrollo como persona ya que estaremos trabajando su autodisciplina.

Enseñar a tu hijo a prever las posibles consecuencias de sus conductas, es un tanto a su favor, por ejemplo podemos decir que si no come todo lo que tiene en el plato, no podrá jugar después. Pero no sólo consiste en decir esto, se debe cumplir a rajatabla, porque si no el niño entenderá que es una amenaza y que probablemente no se cumplirá. Se debe respetar el límite.

También hay que tener en cuenta que estos mensajes se deben decir con tranquilidad, con cariño y explicándolo de tal forma que pueda ver la asociación entre su conducta y la consecuencia de la misma.

Poco a poco y de forma ascendente, daremos la posibilidad de que aprenda diferentes tareas, esto le llevará a un desarrollo de la responsabilidad. No podemos olvidar que se encuentra en una fase de aprendizaje, con lo que si comete algún error lo utilizaremos como un error positivo para realizar la tarea de otro modo, así se dará cuenta que esa no era la forma de realizarlo. En todo momento debemos incentivarlo para que no se desmotive.

Podemos introducir situaciones en las que deba resolver pequeños problemas, de este modo cogerá experiencia suficiente, además de potenciar la toma de decisiones.

Fuente: psicología.costasur.com