Loading...
Invitado


Sábado 07 de agosto de 2010

Portada Principal
Revista Tu Espacio

La motivación y la fuerza de voluntad (II)

07 ago 2010

Fuente: kidshealth.org

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

¿Cómo mantener la motivación y seguir avanzando hacia la consecución de un objetivo? Todo es cuestión de planificar bien las cosas, tener expectativas realistas y ser perseverante. He aquí lo que necesitas hacer:

Fragméntalo en objetivos parciales. Todo cambio requiere autodisciplina. Necesitas dedicar una atención constante para no apartarte de tu propósito. Una forma de allanar el camino es dividir el objetivo en pequeños pasos. Retomemos el ejemplo de perder 3 Kg. para la fiesta de fin de bachillerato. Supongamos que dispones de un mes, de modo que tu objetivo es alcanzable.

¿Pero qué haces para alcanzarlo?

Primero, divide tu objetivo en objetivos parciales (como perder 1 Kg. a la semana durante las dos primeras semanas y luego medio kilo durante las dos semanas siguientes). Luego establece tareas específicas a realizar diariamente, como comer cinco raciones de fruta y verdura y hacer media hora de ejercicio cada día. Anótalo en un calendario o agenda para que puedas llevar un registro de tus logros parciales.

Si tu objetivo es participar en una maratón, deberás seguir un proceso similar. Supongamos que estamos en el mes de febrero y la maratón se celebra en agosto un marco de tiempo realista para prepararte. Empieza corriendo 3 Km. y ve aumentando gradualmente la distancia. Pide a un entrenador que te ayude a fijarte objetivos parciales factibles en lo que se refiere al incremento de la distancia y que te sugiera ejercicios para mejorar el rendimiento trabajando tanto la fuerza muscular como la resistencia.

El hecho de ir alcanzando frecuentemente pequeños objetivos es algo digno de celebrar. Te transmitirá confianza, seguridad en ti mismo, ánimos y motivación para seguir haciendo dieta, corriendo o haciendo lo que te hayas propuesto hacer. De modo que recompénsate por cada objetivo parcial que vayas alcanzando.

Comprueba tus progresos. Ahora que has dividido tu objetivo en una serie de objetivos parciales, comprueba tus progresos cada día.

Cuando cumplas un objetivo parcial, márcalo en tu lista. Dite a ti mismo: "Bueno, ya he perdido 1,5 Kg. ¡Ya estoy a mitad de camino para lograr mi objetivo!" Recompénsate con algo que te prometiste cuando te fijaste el objetivo. ¡Saborea el éxito! Y luego piensa en cómo vas a lograr el resto de tu objetivo: "¿Ahora cómo voy a conseguir perder el kilo y medio que me falta sin recuperar lo que ya he perdido?"

Si tienes un resbalón o te falla la voluntad, vuélvete a comprometer con tu objetivo. Si tienes un resbalón, no tires la toalla. Perdónate a ti mismo y organiza un plan para volver a retomar el camino que te llevará a tu objetivo. Date unas palmaditas en la espalda por el camino que ya llevas andado. No te machaques ni seas demasiado duro contigo, independientemente de lo que te hayas desviado del camino que te habías trazado. La mayoría de la gente tiene algún resbalón cuando intenta introducir algún cambio en su vida -es una parte natural del proceso.

El hecho de escribir las tareas diarias y los objetivos parciales también ayuda en este punto, porque, si llevas un registro de tus progresos, enseguida te darás cuenta cuando tengas un resbalón, lo que te hará más fácil retomar el camino hacia tu objetivo. Y sabrás exactamente cuándo te has salido del camino. De modo que, en vez desanimarte y decirte: "Nunca lo consigo cuando me propongo perder peso", puedes decirte a ti mismo: "No estoy perdiendo peso porque no he seguido mi programa dietético y de ejercicios diario."

¿Y si tienes un resbalón tras otro?

Pregúntate a tu mismo si estás realmente comprometido con tu objetivo. Si la respuesta es afirmativa, vuélvete a comprometer y ponlo por escrito. Tómate los traspiés y resbalones como lecciones o recordatorios de por qué estás intentando hacer un cambio. Si te sales del plan trazado, no lo interpretes como un fracaso sino como una oportunidad para aprender algo nuevo sobre ti mismo.

Supongamos que tu meta es no pelearte tanto con tu hermano o hermana. Tal vez aprendas que es mejor decir: "Ahora no puedo hablar sobre eso" y tomarte tu tiempo para tranquilizarte cuando notes que estás empezando a perder los estribos.

Fuente: kidshealth.org
Para tus amigos: