Sábado 31 de julio de 2010
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PORTAL DE LA SABIDURÍA
Despertar de la Consciencia
31 jul 2010
Fuente: LA PATRIA
Por: El Alquimista
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La vida de Francisco de Asís es el ejemplo más claro de la transformación que experimenta un alma cuando toma conciencia del verdadero sentido de su existencia, cuando el espíritu residente en uno(a) despierta y se revoluciona, crece y se auto-realiza, en una vida plena de entrega al prójimo, en servicio desinteresado y amoroso, en maravillosa donación a toda la creación mediante el sublime sacrificio de la personalidad mundana y egoísta para liberar el espíritu puro, divino, inmortal y eterno, que llena al mundo con su luz, amor y vida, expresándose libre y radiante a través del alma pura, casta y simple de una criatura entregada plenamente al servicio de su Ser inmortal.
Nació en cuna de oro y vivió sus primeros años en abundancia material, llena de lujos y vanidades. En sus años mozos, como era de espíritu noble, con buenas intenciones, se enlista para ir a las cruzadas pensando que ese era el mejor medio de servir a Dios. Pero las horrorosas experiencias de violencia, odio, muerte y destrucción que vive en tierras lejanas, participando de esas misiones supuestamente sagradas, lo trastornan de tal modo que llega enfermo y moralmente destrozado a su Asís natal. Después de una recuperación física, moral y espiritual, acompañada de meditaciones profundas, despierta consciencia y decide cambiar su vida radicalmente. Deja la casa paterna comprendiendo que la verdadera riqueza no es la material, que es externa; sino la espiritual que es interior. Decide vivir en pobreza extrema pero desarrollando las joyas del espíritu divino, las virtudes esenciales, que son las manifestaciones del amor y la sabiduría, mediante acciones y hechos concretos basados en una Fe consciente, inamovible y en una Caridad abundante y amorosa. Empieza solo, viviendo en una capilla en ruinas y abandonada en las afueras de Asís y emprende su refacción con amor y dedicación. Su modo de vivir tan puro, alegre y amoroso contagia a muchos jóvenes de Asís que dejan sus hogares y se suman a él, junto a la mayoría de los pobres del lugar, conformando una comunidad cristiana como las del siglo primero. Convirtiéndose luego en la orden monacal de frailes menores denominados “Franciscanos” que desarrollan una excelente restauración del espíritu cristiano perdido en esa época.
Fuente: LA PATRIA