Una nueva alternativa para la actividad minera y siderúrgica en nuestro país

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La noticia no es nueva, surgió en la declaración pública de Ricardo Cardona un destacado ingeniero siderúrgico boliviano, quien asegura que es posible lograr una importante producción de acero en el yacimiento de Changolla (Jurisdicción de Cochabamba) antes que en el Mutún y con muchas ventajas en lo que se relaciona a inversiones y costos operables. La noticia ya dio la vuelta al mundo y ha sido recogida por medios impresos especializados de nuestro país.

Entre las ventajas de la propuesta del Ing. Cardona, se resalta que el proceso de explotación de hierro en Changolla sería inmediato con seguridad de menor inversión que la establecida para el Mutún, aunque se aclara que lo ideal - en función estratégica – sería concretar un desarrollo integral de los proyectos de Santa Cruz y ojalá Changolla en Cochabamba.

Otro detalle de la propuesta alternativa es que llegando a la fase siderúrgica en Changolla se lograría acero de manera más rápida para cubrir inicialmente la demanda del producto en el mercado nacional, empezando por la provisión del acero de construcción que actualmente se importa de Brasil, Perú y hasta de países asiáticos con un incremento especial en su valor, lo que se reduciría si Changolla pasa a convertirse en proveedora de acero.

La proyección es que en Changolla se podría generar una producción de por lo menos 350 mil toneladas de acero de construcción lo que se convertiría en una obtención de por lo menos 350 millones de dólares, bajando los costos al disminuir la importación que actualmente proviene del exterior.

El proyectista Ing. Ricardo Cardona, se basa en estudios de Geobol sobre las reservas de hierro en Changolla, señalando que se trata de un yacimiento con una variable de 100 a 500 millones de toneladas de hierro hematina de mediana ley que para ser extraídas obligan a una inversión inmediata de sólo 100 millones de dólares, que puede ser proveniente del sector privado, con participación estatal o en sentido mixto, como plantea nuestro gobierno, permitiendo la creación de otro polo de desarrollo en el sector central del país, sin descuidar el proyecto mayor del Mutún, tanto en la ejecución de la Jindal como en la opción estatal en el 50 por ciento del cerro del Mutún.

Los importantes detalles técnicos para impulsar el proyecto de Changolla están referidos a la provisión de energía, una a través del gas natural que llegará al lugar proveniente del Chapare por el gasoducto Carrasco – Cochabamba y dirigido a Changolla, lo que resultaría más rápido y económico en relación a la misma provisión energética que se necesita en el Mutún.

Otros detalles de infraestructura se relacionan a la existencia de caminos, muy necesarios para vinculación de transporte entre la zona de producción y la fase de exportación de productos. Pero también es muy interesante saber que en el caso de Changolla a diferencia del Mutún, la provisión de energía eléctrica en la cantidad de KV necesarios para poner en funcionamiento poderosos hornos eléctricos resultaría más fácil y más económico que en el oriente, con lo que se configura un panorama positivo para encarar un proyecto rendidor, más económico y más fácil de implementarlo, si se quiere lograr rendimiento que favorezca especialmente a los planes de desarrollo nacional.

Aclaración que vale… y mucho, es que Changolla se convertiría en un proyecto estratégico añadido al que debe desarrollarse de todos modos en el Mutún y con las características ya definidas, por una parte con la Jindal y en la otra mitad, posiblemente con inversión mixta de capitales privados y el Estado.

La visión de Bolivia como productora de acero, se convierte con la propuesta de Changolla en otra fuente generadora de empleos, divisas y regalías, confirmando una vez más, el valor multiplicador – financiero – de la minería, la metalurgia y siderurgia. El Gobierno debe apostar a la implementación de todo lo que significa perspectiva para el desarrollo de la economía boliviana.

Los hechos más realmente considerados, no deben ser descartados, si bien se trata en el momento de una propuesta profesional, es evidente que desde hace mucho tiempo se habló del yacimiento de Changolla en Cochabamba pero faltó posiblemente el impulso dinámico de los propios cochabambinos o de alguien que con seguridad profesional –el Ing. Cardona– puede asegurar la rentabilidad de un proyecto alternativo que requiere inversión y que por supuesto debe buscarse en las opciones internacionales, sin descartar que el Estado también pueda ser parte de un sistema asociativo para encarar la puesta en marcha de otro emprendimiento que de cualquier modo producirá utilidades para el país y la región donde se produzca, en este caso Changolla, su provincia y hasta su gobernación. Todo es cuestión de decisiones oportunas con políticas claras y por supuesto sin factores adversos o selectivos que impidan llegar a objetivos de beneficio común.

(Agencia URU)

Fuente: LA PATRIA